INTERNACIONAL

Abusos sexuales oscurecen la imagen de la Iglesia en Portugal

Los casos de abuso sexual perpetrados por curas han mantenido una sombra sobre la Iglesia Católica de Portugal, tocando incluso a jerarcas mientras las autoridades se esfuerzan por explicar por qué se protegió a un obispo Premio Nobel de la Paz en el centro de las acusaciones.

Este pasado fin de semana, líderes eclesiásticos pidieron perdón por las décadas de presuntos abusos y encubrimientos, se estima que el número de casos asciende a por lo menos 400 y el arzobispo de Lisboa imploró a los fieles no perder la fe en la Iglesia.

Los reflectores cayeron la semana pasada sobre las autoridades eclesiásticas portuguesas, así como el Vaticano, cuando el departamento de combate al abuso sexual de la Santa Sede confirmó una versión de la prensa holandesa de que en el 2020 sancionó en secreto al obispo Carlos Ximenes Belo, venerado líder independentista de Timor Oriental, una antigua colonia portuguesa en Asia oriental. Belo, quien actualmente vive en Portugal, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1996.

En los últimos días, se han acumulado otras denuncias contra la Iglesia en Portugal, justo en momentos en que la institución se prepara para el Día Mundial de la Juventud el próximo año en Lisboa. Cabe señalar que el Papa Francisco tiene programada su asistencia al evento, una fecha importante en el calendario católico.

Por su parte, el fiscal general de Portugal le confirmó a The Associated Press el lunes que el presidente de la Conferencia Episcopal del país, el obispo José Ornelas, es investigado por denuncias de que encubrió abusos de curas en Mozambique, una antigua colonia portuguesa.

José Ornelas, quien administra el famoso santuario de la Virgen de Fátima, negó haber actuado mal y ha prometido cooperar con la investigación, pero el asunto ha intensificado la presión sobre las autoridades eclesiásticas portuguesas.

Ornelas viajó a Italia el pasado fin de semana para una reunión privada con el Papa Francisco en el Vaticano. Hasta el momento, la Santa Sede no ha compartido detalles sobre ese encuentro.

El viaje se da luego de dos meses de que el arzobispo de Lisboa, Clemente, fue a ver al pontífice en medio de un diluvio de denuncias de abuso sexual de menores por parte de curas y de encubrimiento por parte de los jerarcas católicos portugueses.

Los escándalos surgen en medio de revelaciones de una comisión laica que investigó casos históricos de abusos sexuales por la Iglesia en Portugal. Desde el pasado mes de enero, el panel ha descubierto unos 400 presuntos casos. Hasta el día de hoy, la Iglesia portuguesa había dicho que sabía solo de unos pocos casos.