Amaranteros del oriente piden al Congreso mayor presupuesto para el campo
- Plantean que, en 2022, se disponga de 500 mdp para fortalecer el desarrollo rural en Tlaxcala
Por: José Luis Ramírez Romero
Perfecto Barrales Domínguez, dirigente del Consejo Estatal de Productores del Sistema Producto Amaranto, demandó al Congreso local mayores recursos para impulsar al campo tlaxcalteca.
Sostuvo que la pandemia de Covid-19 acentúo el desempleo y la desnutrición en el medio rural, por lo que exigió que el presupuesto de egreso 2022 aumente la partida destinada al desarrollo rural.
Acompañado de productores de amaranto del oriente de la entidad, el líder social realizó un plantó en la entrada de Palacio Legislativo para requerir a los diputados locales mayores apoyos que ayuden al sector campesino a superar la crisis que vive el sector.
En este contexto, consideró que se debe fomentar la alimentación saludable de la población, mediante incentivos a la producción agrícola, particularmente, amaranto, cuyo aporte de nutrientes a la dieta humana está comprobada.
Perfecto Barrales lamentó que, en la pasada legislatura, los congresistas aprobaran partidas millonarias para obras en los municipios, de las cuales no se rindieron cuentas. Recordó que parte de esas partidas se destinaron al pago de “moches”, lo que desvirtuó el propósito social del presupuesto de egresos.
Consideró que al campo local se debe destinar al menos 500 millones de pesos (mdp), ya que los 200 mdp contemplados para 2022 son insuficientes, más aún cuando una tercera parte esos recursos iría a gastos operativos.
Indicó que, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Tlaxcala es uno de los estados de la República Mexicana más afectados por la desnutrición, de ahí que se deben adoptar medidas que ofrezcan valor agregado, como el cultivo del amaranto.
Añadió que, con disponibilidad presupuestal, se podría apoyar la industrialización de este producto, mediante la instalación y equipamiento de talleres que elaboren alimentos nutritivos, lo que daría empleo a la población de la región, garantizaría el abasto de amaranto y, eventualmente, traería beneficios a la alimentación de la gente, particularmente, la de menores ingresos.