Dulces Mágicos: ¿las autoridades descubrieron el hilo negro o solo encontraron algo que ya existía?
- Gomitas, chocolates, mazapanes, cacahuates garapiñados y hasta brownies con cannabis se pueden comprar libremente en Tlaxcala; los estudiantes tienen acceso y los llevan a sus escuelas
Para nadie, o al menos no para la mayoría de las personas, es raro que los “dulces mágicos” llegaran a Tlaxcala, pues se venden en internet, en redes sociales y hasta de mano en mano en las calles. De hecho, ya se estaban tardando en hacerse públicos, lo que sorprendió a algunos fue que aparecieran ocultos en los productos que llegan a las escuelas.
Pero parece ser que eso era desconocido por algunos funcionarios y dependencias del estado.
Gomitas, chocolates, mazapanes, cacahuates cubiertos de dulce o garapiñados y hasta brownies forman parte de la lista de los productos que a diario se ofertan en varios lugares y que se caracterizan por estar preparados con un poco de marihuana o cannabis, y que se pueden comprar a granel con un buen distribuidor.
Al menos desde el inicio de la pandemia por el coronavirus estos productos comenzaron a aparecer, pero ahora, con el regreso a clases, se popularizaron entre los jóvenes de secundaria, preparatoria y universidades.
Pero como ya lo mencioné, en Tlaxcala no la habían descubierto y no se había dado un caso que se denunciara, a pesar de que ya existían señales visibles, con lo alarmante que problemática ha avanzado y día a día toma fuerza.
No, las autoridades no descubrieron que los dulces como los denominados “Pelón Pelorico” y “Muecas” se podían alterar o poner en ellos sustancias nocivas para la salud, más bien nadie les había hablado de eso.
Basta darse una sumergida en Facebook, Instagram y hasta TikTok para contactar a algún proveedor.
Ahora tienen una tarea más importante: detectar y detener a quienes estarían violando la ley comercializando esos productos al por mayor, porque sí, es cierto, están llegando a las escuelas.
¿Cómo lo hacen?
Pues es que desde 15 pesos se pueden comprar algunos chocolates “rellenos” de cannabis, brownies por 35 pesos, gomitas por unos 30 o 40 pesos, y dulces que se encuentran en la tienda “modificados” por 20 o 25 pesos cuando su costo es de 10 o 15 pesos.
Los compradores son, principalmente, personas adultas que por curiosidad o por gusto los adquieren, pero al no poder controlar ni condicionar su venta han llegado a menores de edad que, en el peor de los casos, terminan bajo los efectos de aquellas sustancias.
En un consumo responsable causan menos efectos que un cigarrillo de marihuana, pero, en casos extremos, producen taquicardia, mareos, vómito y hasta desmayos.
Los presuntamente detectados hace unos días pudieran ser la punta del iceberg de un problema que está escalando a los sectores más vulnerables de la sociedad: los niños y jóvenes, y que si no se detiene a tiempo podría convertirse en una alerta de salud, por eso las autoridades deben ser cuidadosas desde como manejan la información, claro, sin ocultar la verdad, pero también en como concientizar a los consumidores potenciales sobre sus consecuencias y eso, estará, principalmente, en los hogares y las escuelas.