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900 ejidatarios de Ixtenco no sembraron maíz por elevado costo de fertilizante

  • La falta de lluvias fue otro factor

Isabel Polvo

De los mil 800 ejidatarios en el municipio de Ixtenco, un promedio de 900 decidieron no sembrar sus tierras debido al alto costo que implica adquirir el fertilizante, pero además la escasez de lluvias fue otro factor, por lo que la producción del maíz se verá afectada para este año.

Y es que, se trata de alrededor del 50 por ciento de los productores del maíz que optaron por no sembrar “son mil 800 ejidatarios aproximadamente, me atrevo a pensar que el 50 por ciento dejaron de sembrar sus tierras por el alto costo del fertilizante”, indicó el campesino Pedro Hernández Mújica.

El panorama es crítico en la región, pero además la falta de lluvia, las múltiples heladas y granizadas registradas en las zonas no favorecen a la producción.

De tal forma que se afectará la escasez del grano en esa comuna, el principal problema es la compra de fertilizantes, pues anteriormente el bulto de urea tenía un costo de 400 pesos y aun así representaba un precio alto para los campesinos; pero ahora el químico se encuentra en los mil 350 pesos; y para una hectárea se requiere de cinco bultos, pero además de la mano de obra, el riego, limpiar el cultivo termina siendo una gran inversión.

Pedro Hernández, admitió que a estas alturas la producción de maíz ya no es redituable para los campesinos, sino más bien tratan de solventar los gastos por amor para conservar los granos nativos que existen en la entidad tlaxcalteca, en su mayoría los que se dedica al maíz “es por amor o por necedad por seguir teniendo la custodia de esta gran variedad de maíces”.

De paso, Hernández Mújica lamentó que los programas gubernamentales no lleguen a los pequeños productores sino a los grandes.

Por último, refirió que el ciclo primavera-verano ha sido superado, aunque para el periodo abril, noviembre y diciembre los granos que se desarrollan en este periodo no será favorable, sin dejar de lado lo complicado que ha sido para los campesinos comprar el fertilizante ante su elevado costo, lo que lleva a muchos a dejar de sembrar.