Zacatelco, lejos de la fortaleza y seguridad que pregona
En una semana robaron 3 veces la misma escuela, las autoridades municipales no estaban enteradas, padres de familia se dieron cuenta por cámaras de seguridad
El municipio de Zacatelco está muy lejos de la fortaleza y la seguridad que pregonan, incluso en su slogan, las autoridades locales.
Con la proliferación de actos vandálicos en todas sus secciones, ante los problemas de agua potable y la falta de servicios municipales, y ante la corrupción que sigue imperando en algunas áreas, incluida la seguridad pública, el municipio se ve cada vez más hundido en lo que pareciera ser un pozo sin fondo.
Y es que, recientemente, esa nula seguridad de la que hablamos se vio exhibida cuando en solo una semana y a espaldas de los guardianes del orden, el Centro de Atención Infantil (CAI) de aquella demarcación fue víctima de tres robos sin que nadie se percatara.
Los ladrones se han llevado bocinas, juguetes, artículos de cocina, un refrigerador, material didáctico y hasta herramientas de limpieza, sin que las autoridades que aseguran que existe un municipio fuerte y seguro hayan actuado desde la primera vez.
De hecho, ni siquiera estaban enteradas de que la escuela ya había sido robada en dos ocasiones, sino que los padres de familia fueron quienes se dieron cuenta al notar que las puertas estaban abiertas unos días antes de regresar a clases.
A través de cámaras de seguridad de la zona se pudieron dar cuenta de que en dos ocasiones los hampones habían entrado y se llevaron varias cosas, pero no conformes regresaron una vez, todas en día y horario diferente, y gracias a la nula vigilancia policial, la escuela se ha visto afectada.
De acuerdo con algunas versiones, los robos comenzaron el primero de enero, y para el 8 ya iban 3, situación que además de impotencia ha generado temor entre los vecinos, pues no saben cuándo será el turno de las viviendas o negocios cercanos.
Ante los hechos, los padres de familia exigen que mejore la vigilancia, mientras que el ayuntamiento no se ha pronunciado a favor de acciones para garantizar la protección de la institución ni de los zacatelquenses, sino que ha dejado a los padres de familia a la deriva y teniendo que ser ellos quienes se organicen para hacer rondines de vigilancia.
