Ya abrieron la iglesia de Zacualpan, una de las tres afectadas por el sismo

• El 7 de septiembre le cerraron para revisar su estructura, luego de determinar que no pone en riesgo a la ciudadanía ya hay actividades, pero respetando los lineamientos sanitarios

El templo católico en honor a San Jerónimo, en la cabecera municipal de Zacualpan, ya fue abierto al público, luego de que fuera cerrado para que revisaran posibles daños estructurales tras el sismo del pasado 7 de septiembre.

Desde la semana pasada, la iglesia nuevamente recibe a los fieles, además de que las campanas se hacen sonar con normalidad, pues las autoridades decretaron que, pese a que tuvo algunos daños, éstos no afectarán la integridad de las personas y no ponen en riesgo el inmueble.

De este modo, dos días después de que la Diócesis de Tlaxcala anunció que el templo fue uno de los tres donde se reportaron daños luego del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, el templo continuó con sus actividades normales como hasta antes de este evento.

El encargado de la Sacristía detalló que “no hubo necesidad de cerrar la iglesia por mucho tiempo, reportamos al sacerdote que había algunas grietas y él a su vez reportó a la Diócesis lo que encontramos para que fuera revisada, vinieron, la revisaron y luego la abrieron, dijeron que no había nada que pudiera en riesgo a la comunidad”.

El 8 de septiembre, la Diócesis tlaxcalteca, a través de un comunicado, expuso que el templo de Zacualpan, dependiente de la Parroquia de Tetlatlahuca, junto con el de Santa Ana Portales, también dependiente de la misma sede, y el templo de Belén Atzitzimititlán, fueron los tres que presentaron daños leves luego del movimiento telúrico de la noche anterior.

Debido a esto, la autoridad religiosa determinó cerrarlos mientras se hacían las evaluaciones para determinar si se podrían abrir o se tendrían que reparar.

De manera afortunada, la iglesia de Zacualpan ya funciona nuevamente y recibe a los fieles como lo hacía antes, desde que fue reparada tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, cuando el campanario se dañó y tuvo que ser intervenida por especialistas.

Actualmente, la torre del campanario tiene un cinturón metálico que abraza la estructura, garantizando que no haya riesgo para nadie.