Vendedores de cubrebocas explotan a maquileros
Les pagan de 20 a 70 centavos por la pieza que se venderá entre 5 y 12 pesos
Personas que han visto en la venta de cubrebocas un negocio rentable, debido a la demanda, explotan a los dueños de talleres caseros y pequeñas empresas que subsisten de la maquila de ropa en general.
Ante la falta de trabajo, por el cierre de mercados y tiendas como medida de sanidad para inhibir la propagación del coronavirus, las familias que dependen de la confección han tenido que aceptar ofertas mal pagadas y jornadas de trabajo, en ocasiones, más largas.
En Tlaxcala, a los talleres de costura que se han convertido en pequeñas empresas de las que dependen algunas familias, los acaparadores les pagan entre 20 y 70 centavos por cada cubrebocas elaborado, esos mismos productos se venderán en cinco, 10 y hasta 12 pesos o más.
Es decir, les pagan apenas cerca del 5 porciento (%) del valor que el producto final tendrá; y para costear sus gastos como energía eléctrica, sueldos para sus trabajadores y ganancias, tendrán que producir, por lo menos, entre mil 500 y dos mil piezas diarias.
En Ayometla, uno de los municipios donde los talleres de costura son una fuente de ingresos para un importante porcentaje de las personas que ahí habitan, Carlos, propietario de un taller, confió lo que ha tenido que pasar estos días de cuarentena, cuando su trabajo escasea y no ha tenido otra opción que coser cubrebocas.
“Pues no es lo que deseáramos hacer, porque nuestro trabajo está en entregar pedidos, cortes, como les llamamos nosotros, a tiendas como Wal-Mart y Suburbia, a veces nos llega trabajo para exportar y en tiempo de regreso a clases los uniformes escolares son nuestro fuerte, pero ahora, con la escases, no tenemos de otra”, explicó.
En su taller trabajan 15 personas, es un negocio pequeño, dice, pero son 15 familias las que dependen de ahí, y para poder costear todos los gastos ha tenido que ampliar sus horarios.
“Elaborar un cubrebocas parece sencillo, pero no lo es, tiene muchos detalles y está muy mal pagado, pero no queda de otra, tenemos que terminar por lo menos 2 mil piezas al día para no quedarnos sin trabajo, pero eso no nos garantiza ganancias, apenas es para pagar los sueldos”, dijo.
Los talleres de costura en Tlaxcala han tenido que adaptarse a los tiempos del coronavirus, y aunque saben que se avecina una crisis que podría dejarlos sin trabajo o sin negocios, por ahora sólo piensan en salir adelante y mantener sus empleos, aunque no tengan ganancias.