Opinión

TRASCENDIDOS: UN PROBLEMA QUE NO ES DE AHORA…

 

  • Hay que dimensionar la magnitud de la situación que prevalece en el sector salud estatal. 

Cuando arrancó el actual gobierno estatal, se encontró que el reto es mayúsculo. 

De entrada, los recursos disponibles se recibieron por debajo de las recomendaciones internacionales, lo que indicó la existencia de serias limitaciones en la atención de especialidades y áreas de oportunidad en los esquemas preventivos. 

Además, las carencias en la infraestructura y los recursos humanos eran evidentes. 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece que el estándar en el número de médicos por cada mil habitantes es de 3.2, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el parámetro mínimo en 2.3. 

Bueno, en el sector público de salud de Tlaxcala, este indicador se ubicó en 2.09 al cierre del año 2000, incluyendo médicos generales, especialistas, odontólogos, residentes, pasantes y en otras labores.  

Y respecto al número de médicos especialistas también se halló un déficit, pues solo se cuenta con 0.8 especialistas por cada mil personas. En tanto, el número de camas censables totales en Tlaxcala era de 0.5 por cada mil habitantes, cuando a nivel nacional era de 0.7 camas censables por cada mil ciudadanos. 

Obviamente, las condiciones físicas y operativas de las unidades médicas y casas de salud, a cargo de la Secretaría de Salud, en su mayoría, no permitían el acceso efectivo al derecho a la salud de los tlaxcaltecas.  

Entonces, ¿por qué hasta ahora se rasgan las vestiduras los trabajadores basificados de la Secretaría, cuando, evidentemente, conocían esta situación desde años atrás? ¿No será que su inconformidad deriva de que, finalmente, se pretende acotar aquellos privilegios extralegales que lastiman tanto a la institución como sus propios rezagos?  

RESISTENCIAS… 

Como se ha presentado en otras entregas de ABC Tlaxcala, el actual gobierno ha hecho un diagnóstico del sector salud que indica deficiencias en el estado físico de la infraestructura, carencia de mantenimiento de las unidades médicas y falta de equipo.  

Por ello, elevar la calidad de los servicios médicos supone efectuar una reorganización administrativa que permita optimizar los recursos humanos y materiales, así como mejorar los procesos de monitoreo, control y evaluación de los programas de salud, sobre lo cual, hasta donde se sabe, las autoridades estatales ya trabajan, pese a las resistencias del sindicato de trabajadores de la Sesa.  

Por cierto, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Tlaxcala también se recibió con problemas en su quehacer diario al no contar con un padrón actualizado de establecimientos. Se detectó que la población desconoce las normas para el mejoramiento y preservación de las condiciones sanitarias, y que nuevos establecimientos incumplían en su gran mayoría con la normativa sanitaria.  

Sin duda, será indispensable también consolidar en la entidad el modelo de prevención de riesgos sanitarios y vigilancia epidemiológica. 

PARTICIPACIÓN CIUDADANA… 

María del Carmen Mazarrasa Corona, Coordinadora General y representante del Consejo Ciudadano 100 x Tlaxcala A.C., presentó al Congreso del Estado dos escritos. 

El primero, para requerir un informe sobre el estatus de la Iniciativa ciudadana por la que se propone reformar diversas disposiciones de la Ley Municipal del Estado de Tlaxcala, en materia de derecho de igualdad y no discriminación por motivo de discapacidad. 

Y el segundo, para conocer los avances en la atención de la iniciativa ciudadana por la que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política local para crear la Fiscalía General del Estado de Tlaxcala. 

Por lo visto, el trabajo legislativo no para, menos aún cuando la sociedad civil se involucra cada vez en el quehacer de los poderes y deciden participar también de la toma de decisiones.