Prepara INAH plan de reapertura de zonas arqueológicas de Tlaxcala
El Instituto Nacional de Antropología e Historia difundió como están trabajando para poder reabrir gradualmente estos sitios en el territorio estatal
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Tlaxcala informó que prepara el Plan de retorno e incorporación a la Nueva Normalidad, estrategia nacional que contempla las acciones para la reapertura de las Zonas Arqueológicas del estado.
Con estas medidas, se llevará a cabo de forma ordenada, escalonada y regionalizada, conforme al semáforo de riesgo epidemiológico del COVID-19 de la Secretaria de Salud (SESA) federal, el regreso de los trabajadores y reapertura de los centros arqueológicos para el ingreso de los visitantes.
Mediante un oficio, el INAH difundió cómo están trabajando para el regreso de turistas a las Zonas Arqueológicas de Cacaxtla–Xochitécatl, Ocotelulco, Tizatlán y Zultépec-Tecoaque, y dijo que la reincorporación será ordenada, escalonada y regionalizada, para tal efecto semanalmente se hará la correlación cartográfica con los Centros de trabajo del INAH.
“El conjunto de estas medidas establece estrategias para la reapertura de las actividades culturales, sociales, educativas y económicas, en concordancia con un sistema de semáforo, para evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico en cada entidad federativa y municipio”.
Deberán atender las disposiciones particulares de las entidades, los municipios, e incluso las disposiciones locales de restricción de movilidad si las hubiera. Por lo que deberán atender las cuatro dimensiones a considerar y que son el tipo de actividad (esencial o no esencial), el tamaño del centro de trabajo, el nivel de alerta sanitaria y la ubicación del centro de trabajo, así como sus características.
Las disposiciones generales para las fases de retorno e incorporación a la Nueva Normalidad serán dependiendo del color del semáforo epidemiológico en el caso de Tlaxcala por tener el color naranja, estará preparando el diseño de protocolo a puerta cerrada, regulación del nivel de contacto e interacción de personal, programa de trabajo con actividades presenciales y a distancia, atendiendo la reducción presupuestal, restricción y delimitación de áreas, reuniones y comunicación con el personal INAH, actividades de protección técnica y legal imprescindible e impostergables, continúa educación a distancia, trabajo de gabinete y diagnóstico, evaluación y seguimiento.
Dependiendo de las características de operación de cada centro de trabajo, donde no se pueda garantizar la Sana Distancia, de manera excepcional podrán establecerse jornadas laborales alternadas y horarios escalonados para el trabajo presencial.
Asimismo, establecerse horarios alternados para comidas y distribuir adecuadamente las actividades, a fin de reducir la coincidencia de las personas en el espacio destinado para este fin. Las reuniones de trabajo deberán ajustarse al criterio de Sana Distancia, procurando que las mismas se realicen en espacios suficientemente amplios y preferentemente de manera remota.