Opinión

Piden PAN y no les dan…

Entre agresiones a mujeres Ángelo Gutiérrez toma protesta como nuevo dirigente del PAN, acusa a Adrianistas de querer «boicotear» elección

Digno del arrabal más corriente fue el espectáculo que ofrecieron los miembros militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN) en Tlaxcala, en lo que dijeron, fue la elección de su dirigente estatal.

Como viles aves carroñeras, porque carroña es realmente lo que queda del partido, unos y otros se disputaron los liderazgos, algunos defendiendo a su supremo golpeador de mujeres, Ángelo Gutiérrez, y otros defendiendo lo que dijeron es la causa justa de Acción Nacional.

Lo peor de todo fue que al final eso de golpeador de mujeres se ratificó, cuando un grupo de féminas encabezadas por la diputada federal Mariana Jiménez Zamora quisieron entrar por la fuerza a la dirigencia estatal y fueron agredidas hasta con polvo de extinguidores.

El pleito empezó desde hace unos días cuando un grupo de militantes de Acción Nacional dijeron que si el PAN se iba a repartir entonces que alcanzara para todos.

Pero como no son quienes para multiplicar los panes y darle a los que se formaron, comenzaron a crear grupos para acusarse unos a otros; ya saben, todos tenían la razón.

Por un lado, el matrimonio Gutiérrez y su afán de heredarse el puesto (más le valía heredarlo, no vaya a ser que la diputada pluri termine con un ojo morado), y por otro quienes creen firmemente (de dientes para afuera, claro) que el partido de las cuotas y de los cuates debe acabarse.

El día de la elección llegó y como era de esperarse ya todo estaba planchado, nada más había que hacerlo oficial, y antes de que todos votaran ya estaba elegido el nuevo dirigente, así es, amable lector, Ángelo Gutiérrez (por el bien de su esposa) resultó ganador.

El grupo contrario se inconformó y buscó entrar para echar loco, pero no los dejaron y desde las rejas les rociaron polvo de extinguidores (por si acaso ardían del coraje).

Los de afuera no se quedaron conformes y lanzaron algunos objetos, hasta reporteros estuvieron a punto de ser echados, pero se contuvieron y todo quedó en mentadas de madre y maldiciones para la nueva dirigencia.

Al final Gutierritos tomó protesta y se alzó como el nuevo líder estatal, acusando en su primer mensaje al grupo contrario afín a Adriana Dávila de querer boicotear su imposición, perdón, su elección.

Los inconformes le pintaron caracolitos y con el dedo medio hacia arriba le sentenciaron que van a revivir al PRD para romperle su jefecita en las futuras contiendas electorales, mientras tanto, el único roto es el partido y vaya usted a saber si encadenándose a las rejas o golpeando a las panistas esto se pueda arreglar.

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