Estado

Pega sequía a humedales de Tlaxcala

  • Las escasas lluvias y la prolongación del tiempo de sequía de los últimos años han propiciado que el agua acumulada en cuerpos como la laguna de Acuitlapilco descienda hasta más del 60%, algunos definitivamente desaparecen cuando no llueve

La sequía que azota a la entidad desde el invierno de 2021 comienza a tener efectos en los humedales de la zona norte, centro y sur, ya que desde hace dos años no lograron recuperarse al 100 por ciento (%) y sus niveles de agua continúan bajando.

La escasez de lluvias, que se ha ido agravando por lo menos desde hace tres periodos, ha mermado el hábitat de decenas de especies animales, tanto nativas como migratorias, sumado a que también ha contribuido a que la reproducción de éstas se vea afectada al no haber suficiente agua ni plantas dónde aniden.

La laguna de Acuitlapilco, en la capital, es un claro ejemplo de lo que está sucediendo a nivel macro; este cuerpo de agua mantiene, actualmente, menos de 60% del vaso lacustre que se puede observar durante los meses de mejores precipitaciones pluviales, es decir, a los primeros días de febrero ha perdido más del 40% del agua que entra en la temporada de lluvias.

Tomando en cuenta que la sequía podría ampliarse hasta abril o mayo, como sucedió en 2022, tan solo la laguna de Acuitlapilco sufrirá graves consecuencias y si recuperación será cada vez más complicada.

No hay que olvidar que aquel humedal, considerado el segundo más importante de Tlaxcala por su tamaño y por la cantidad de especies de aves, anfibios, peces, roedores, reptiles y más que ahí se reproducen, tiene la desventaja de recibir aguas residuales de los municipios y comunidades que la rodean, por lo que, de seguir así, entre más agua pluvial se evapore, más aguas negras habrá.

En Zacatelco, pobladores de la cuarta sección han dado a conocer que está sucediendo lo mismo en la zona de manantiales; la presa en tiempo de estiaje se ha quedado sin agua, a pesar de que esta no venía de las lluvias, sino del propio subsuelo.

Lo que actualmente está sucediendo con los cuerpos acuíferos del Estado no es alentador, pues muestra el futuro posiblemente no muy lejano que tengan que enfrentar los tlaxcaltecas, y que se reflejará principalmente en los hogares, cuando el agua potable sea cada vez menos y de peor calidad.