Estado

Parroquia de Tepeyanco tiene filtraciones, tras intervención del INAH

Las paredes muestran signos de humedad, feligreses se preocupan por lo que pueda durar y si será necesaria una nueva intervención 

Miguel Ángel Lara

La parroquia de San Francisco de Asís, en Tepeyanco, tiene filtraciones de humedad que preocupan a los feligreses, pues hace apenas siete meses fue entregada luego de su restauración por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Personas que visitan el templo constantemente hicieron saber a Abc Noticias las posibles afectaciones que tienen las paredes, por eso tuvimos a bien visitar el lugar para corroborar lo que aseguraron los pobladores y de este modo saber de qué se trata.

En el interior del templo se puede observar que los muros, aunque son de piedra, comienzan a humedecerse y eso ha provocado que la pintura que los cubre se deteriore y se desprenda en algunas zonas; en otros puntos comienzan a verse manchas que sugieren que hay agua en la pared.

Sin embargo, y aunque la mayor parte de los trabajos que realizó el INAH para recuperar la zona afectada por los sismos de septiembre de 2019 se concentró en la cúpula principal y el techo del templo, estos no tienen problemas visibles, es decir, que las paredes pueden estar así desde hace tiempo sin que se hubiera notado.

Algunos vecinos señalaron que incluso había goteras, pero este medio no pudo constatarlo, ya que al momento de la visita no había indicios en el piso o el techo; lo que sí fue posible observar es que posiblemente las filtraciones provengan de las uniones de los bloques de piedra de cantera con los que están construidas las paredes.

Otros daños que se pueden observar en el interior de la iglesia son que, a pesar de haber sido abierta al público hace poco, comienza a notarse el mal uso de las instalaciones, pues en la parte baja de las columnas se observa deterioro ocasionado posiblemente de manera intencional por los visitantes.

Es decir, se trata de pintura que se comienza a desprender, pedazos de concreto que se despegan de las esquinas y hasta huellas de golpes y rayones en los muros hechos con algún objeto pesado.

A diferencia de la parroquia de San José, en la capital, donde ya se observan manchas de humedad en el techo, en la de Tepeyanco son las paredes las que comienzan a presentar deterioros que han ocasionado que los católicos se pregunten si el daño se incrementará y si nuevamente tendrá que intervenir el INAH para la restauración.