Nombra FAO sistema agrícola tlaxcalteca como uno de los mejores del mundo
El metepantle fue incorporado a los Sistemas del Patrimonio Agrícola Mundial, por ayudar durante más de 3 mil años a mantener más de 140 cultivos indígenas
La Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en América Latina y el Caribe (FAO), nombró a un tradicional sistema agrícola tlaxcalteca como uno de los mejores del mundo, por su utilidad para conservar cultivos alimentarios vitales y ayudar a la biodiversidad en México.
Se trata del metepantle, un método que consiste en plantar magueyes en hileras y entre estas hileras se intercala la milpa u otras plantas en un mismo espacio, principalmente maíz, frijol y calabaza.
Así lo indicó la FAO en México, que agregó que el metepantle mantiene más de 140 especies indígenas, entre ellas, 40 razas originales de maíz y 30 tipos de verduras comestibles y que a la fecha es utilizado en los territorios montañosos y semiáridos de Tlaxcala por las familias campesinas.
“Este reconocimiento honra el trabajo histórico de las familias campesinas que, generación tras generación, han sostenido un modelo de agricultura integral, biodiverso y profundamente enraizado en el territorio. Es también una oportunidad para fortalecer políticas públicas que valoren los sistemas alimentarios tradicionales como pilares del desarrollo sostenible”, señaló Lina Pohl, Representante de la FAO en nuestro país.
De este modo, el metepantle de Tlaxcala fue designado como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), según se anunció durante un evento en Roma.
Con ello, México suma su tercer sitio SIPAM dentro de la red global que actualmente integra 95 sistemas en 28 países: metepantle de Tlaxcala, chinampa en Xochimilco y milpa maya en Yucatán
En un comunicado, la FAO enfatizó que, con la designación, México se “fortalece como referente latinoamericano en la preservación de paisajes agrícolas vivos que salvaguardan la biodiversidad, los conocimientos tradicionales y la cultura alimentaria de los pueblos”.
El Programa SIPAM de la FAO apoya a las comunidades en la conservación de sistemas agrícolas ancestrales, reconociéndolos como modelos de adaptación al cambio climático y defensa del patrimonio biocultural.
“En el contexto de los efectos cada vez mayores en la agricultura y los campesinos de la variabilidad del clima y los fenómenos climáticos extremos, así como de la pérdida de biodiversidad, estos sistemas son puntos brillantes que muestran cómo las comunidades pueden recurrir a sistemas de conocimiento y prácticas ancestrales para llevar alimentos a la mesa, proteger los empleos y los medios de subsistencia y mantener territorios agrícolas únicos y sostenibles”, agregó Kaveh Zahedi, director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO.