Estado

No da paso sin huarache…

Blanca Águila desapareció al PRI pero fortaleció al PRD en el Congreso; la legisladora supo muy bien lo que hizo, pues no es una aventurera. ¿Será que el partido amarillo tiene más futuro que el tricolor en Tlaxcala?

“Nadie da paso sin huarache”, reza aquel dicho popular refiriéndose a que ninguna persona de intelecto destacado se arriesga a hacer algo sin estar seguro de que al hacerlo obtendrá alguna ganancia a cambio, y así fue, pues, como se le vio a la diputada Blanca Águila Lima.

Sucede que esta legisladora, que va por su segundo periodo de manera consecutiva, abandonó e hizo desaparecer al grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del Congreso del Estado, algo nunca visto en la historia de Tlaxcala, para que, semanas después anunciara su incorporación al Partido de la Revolución Democrática (PRD), un organismo que, al menos a nivel nacional, está extinto.

¿Será entonces acaso que la diputada plurinominal está jugando a perder, o será que sabe muy bien lo que está haciendo y ganará algo sumándose a un partido en decadencia?

Bueno, el tricolor tampoco vende piñas, si hablamos de partidos en declive, pero ¿acaso será que Blanca Águila ve un futuro más prometedor en el sol Azteca que en el instituto que la vio formarse y obtener todos sus triunfos?

Bueno, eso lo decidirá el tiempo, lo que sí les puedo adelantar, amables lectores, es que Águila Lima no se sumó sola al PRD de Cambrón, pues detrás de ella viene la ya conocida “Red BAL”, es decir, todos los cuadros políticos que ha formado a lo largo de estos años y que se concentran principalmente en la zona sur de Tlaxcala.

Además de todos los agremiados a la sección 27 del sindicato de la salud, que también ella dirige, y que por muy pocos que sean nadie, ni siquiera un candidato al gobierno estatal, despreciaría su apoyo a la hora de un proceso electoral.

El PRD para seguir vivo necesita como mínimo el 3 % de las firmas del electorado actual de Tlaxcala, pero, ¿y si se suman los cuadros de Blanca Águila, cuánto se obtiene? Bueno, pues el cálculo es fácil: se obtiene lo necesario para que, en un futuro no muy lejano, ella pueda pedir lo que sea al PRD que revivió.

Hablamos, claro, de pedir la dirigencia estatal, una diputación federal, de otra diputación plurinominal, lo que sea que le alcance al momento y nadie, ni los máximos dirigentes del PRD, le podrán negar porque, finalmente, ella y su equipo estuvieron cuando más lo necesitaban.

Y si tiene tanta fuerza, ¿por qué no se unió a Morena como se rumoraba? Ah, pues porque en Morena tendría que demostrar su capital político y luego entrar a la carrera con al menos 10 adversarios esperando el ya famoso “lo que diga mi dedito” y ser tomada en cuenta.

En otras palabras, el PRD está hecho, en estos momentos, para Blanca Águila, y a Blanca Águila, sin duda, le cayó como anillo al dedo al PRD, aunque la cuota se tenga que cobrar después.

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