No cumple transporte público con medidas sanitarias
- Pese a las restricciones vigentes, los choferes continúan llenando las unidades a más del 100% y subiendo a personas sin cubrebocas; sus líderes solo piden al gobierno, pero no aportan nada
A una semana de haberse dictado las nuevas restricciones sanitarias y de movilidad para Tlaxcala, el servicio de transporte público en sus diferentes rutas sigue sin acatar las medidas que ayudarán a que la cadena de contagios del coronavirus se corte y los casos positivos puedan aminorar.
Pese al decreto estatal, y a que el transporte colectivo es uno de los lugares donde se puede contraer el Covid-19, los conductores de las unidades públicas continúan llenando a más del 100 por ciento (%) de su capacidad las unidades, además de que siguen dejando subir a personas que no portan cubrebocas.
El gel antibacterial que acostumbraban a colocar en un lugar visible para que las personas pudieran aplicarse en las manos luego de su ascenso también ha dejado de estar presente y, ante el reclamo de por que siguen permitiendo que las “combis” se saturen, los choferes contestan de una manera agresiva y prepotente argumentando que “ellos también tienen que comer”.
Y es que, desde hace varios meses, las autoridades han dejado de verificar que el transporte público cumpla con las restricciones y medidas sanitarias vigentes, lo que ha provocado que los transportistas caigan en la irresponsabilidad para con los usuarios, pese a que también ellos se han visto afectados por la pandemia, por lo que es necesario que los operativos de verificación se restablezcan y haya multas para quienes no cumplan.
Mientras tanto, los líderes del transporte público en la entidad señalaron, hace poco, que el gobierno estatal los debe apoyar con la desinfección de las unidades vehiculares y con la dotación de gel antibacterial, pues ellos no tienen recursos económicos para realizar estas acciones.
Es decir, los empresarios solo piden las condiciones para dar un buen servicio sin que les cueste un solo peso, pero ellos no están dispuestos a procurar el bien común, y lo que han dejado de hacer afecta a los tlaxcaltecas tanto como a ellos, que a diario prestan el servicio.