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Mezclilleros de Tepetitla piden prórroga, para dejar de contaminar el agua

Durante décadas han tirado residuos al río y los drenajes que provocan enfermedades renales y cáncer, ahora que el gobierno estatal les pidió regularizarse dicen que las medidas son muy estrictas

Miguel Ángel Lara

Empresarios y trabajadores de la mezclilla oriundos de la comunidad de San Mateo Ayecac, en el municipio de Tepetitla, pidieron a la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, una prórroga para regularizarse y garantizar la descontaminación del agua de drenajes y del río Atoyac.

Luego de que desde hace varias décadas han tirado aguas con sustancias que provocan enfermedades renales e incluso cáncer a la intemperie y redes sanitarias que llegan al río, y de que esas sustancias hayan alcanzado el subsuelo para contaminar el agua potable, ahora los empresarios argumentaron que las medidas del nuevo Programa de Auditoría Ambiental son rigurosas.

Durante la vista de la titular del poder ejecutivo a San Mateo Ayecac como parte de su agenda diaria de trabajo, un grupo de personas que se dijeron trabajadores de la industria textil expusieron la necesidad de que el gobierno estatal flexibilice los trámites, diciéndose a favor de regularizarse, pero a su manera.

Los mezclilleros argumentaron que las normas del Programa de Auditoría Ambiental son demasiado estrictas y difíciles de cumplir para muchos, lo que pone en riesgo el funcionamiento de talleres y fábricas dedicadas a esa actividad, repercutiendo directamente en el sustento de las familias de la región.

A través de una carta que entregaron a la gobernadora, se dijeron preocupados por el impacto negativo que traerán las decisiones rigurosas y la falta de flexibilidad del programa estatal, proponiendo un ajuste razonable para que las empresas puedan adquirir tecnología y adquieran prácticas de trabajo sostenibles que se traduzcan en una mejor transición hacia el cumplimiento de las normas ambientales.

Y es que dijeron, la industria de la mezclilla es una de las más importantes de la región, pero están en jaque por las reglas estatales, específicamente en los que respecta al tratamiento de sus aguas residuales, y aunque se dijeron a favor de proteger al medio ambiente, también se inconformaron por ser regulados en ese aspecto.