Más de 25 mil piezas se han descubierto en Zultépec-Tecoaque
- El avance de las investigaciones, se han concentrado en 3.5 hectáreas de las 32 que integran el sitio arqueológico ubicado en Calpulalpan
El director e investigador de la zona arqueológica de Zultépec-Tecoaque, Enrique Martínez Vargas, informó que más de 25 mil piezas arqueológicas se han descubierto en en este sitio que se han concentrado en 3.5 hectáreas de las 32 que integran el sitio ubicado en Calpulalpan.Martínez Vargas explicó que hasta el momento se han explorado 22 aljibes del pueblo donde han encontrado huesos de cautivos sacrificados que fueron modificados a manera de trofeo; restos del ganado (vacas, cabras, cerdos) y animales de carga que acompañaban a los convoyes, esculturas de deidades prehispánicas y una gran variedad de objetos personales de los prisioneros.
“Alcanzaron a huir algunos guerreros que se mantenían en el pueblo, pero quedaron mujeres y niños, que fueron las principales víctimas, como hemos podido constatar en un tramo de 120 metros de la calzada, con el hallazgo de una decena de osamentas de individuos del sexo femenino, que aparecieron ‘protegiendo’ los restos de diez infantes de entre cinco y seis años de edad, cuyo sexo no se ha podido determinar.
La disposición de los entierros, sugiere que las personas estaban en plena huida, fueron masacradas y sepultadas de manera improvisada.
Contextos arqueológicos que fueron hallados en la calzada principal y en aposentos cercanos a la misma, son testimonio de la represalia cometida por Gonzalo de Sandoval, a instancias del conquistador.
Enrique Martínez dijo que la orden de asolar el lugar, se dio tras ocho meses de la captura de una caravana española, cuyos miembros fueron sacrificados en diversas fechas del calendario ritual aunque Izcalli, fue mes culminante del calendario mesoamericano, el pueblo acolhua de Zultépec, aliado de la Triple Alianza, quien celebró por última vez los rituales en honor al dios viejo, Xiuhtecuhtli.
Lapso, correspondiente a parte de enero y febrero de 1521, “sus pobladores ya sabían que se aproximaba la revancha por la captura que habían hecho de una caravana española, parte de la expedición de Pánfilo de Narváez en su encomienda de aprehender a Hernán Cortés”.
“Es probable que en esas fechas fueran sacrificados los últimos cautivos de 450 entre hombres, mujeres y niños europeos, taínos de las Antillas, tlaxcaltecas, totonacos, mayas, mestizos, mulatos y zambos, que fueron ofrendados a las divinidades prehispánicas en el sitio, a lo largo de ocho agónicos meses. Razón por la que el “Cerro de las codornices” comenzó a ser nombrado en náhuatl como Tecoaque, “donde se los comieron”.
El director del sitio, indicó que Zultépec-Tecoaque jugó un doble papel en la historia ya que fue un punto de resistencia a la avanzada española y de sus aliados indígenas y, a su vez, de inicio de la conquista de México-Tenochtitlan, por lo que es particularmente significativo en este 2021 que se conmemoran 500 años de la caída de la capital tenochca.
La represalia contra Zultépec debió acometerse a principios de marzo de 1521, sin que aún pueda precisarse una fecha, señala el investigador del INAH, tras referir que el hecho se cita en fuentes como Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, y Tercera Carta de Relación, de Hernán Cortés.