Lo bueno y lo malo… El otro análisis del informe
- Discurso personal, la sencillez de una gobernadora cercana a la gente
- Los ausentes: exgobernadores como Marco Mena y Héctor Ortiz no asistieron
No cabe duda de que el primer informe de la gobernadora de Tlaxcala era algo que la ciudadanía estaba esperando desde septiembre, pero como pasa hasta en las mejores familias, hubo cosas buenas, cosas malas y cosas que no debieron existir y, aunque fueron inevitables, se notaron a simple vista.
Lo bueno mucho, lo malo no tanto y alguna que otra situación incontrolable, pero, su tu no las notaste a través de la pantalla de la transmisión en vivo, o si fuiste al informe y no lo percataste, aquí te contamos un poco de lo que sucedió.
LO BUENO:
Para que todas las personas que quisieran presenciar el informe de gobierno pudieran hacerlo, en el espacio que se utilizó como teatro del artista del centro expositor de Tlaxcala se colocaron sillas y una pantalla gigante donde se mostró el mensaje de la gobernadora; pero eso no fue lo mejor, sino que Lorena Cuéllar rompió estereotipos al terminar y despedir a sus invitados, pues salió corriendo desde el Centro de Convenciones para saludar a los tlaxcaltecas.
Los medios de comunicación fuimos tras ella pensando que trataba de retirarse sin que nadie pudiera acercarse a ella, pues lo hizo por un pasillo delimitado con vallas metálicas y a toda prisa.
Cual fue la sorpresa cuando vimos que no se iba, sino que ya estaba ansiosa de llegar y acercarse a la gente, de saludarla, de tomarse fotos y de abrazar a todo mundo.
No perdió la oportunidad de pronunciar un mensaje y con toda sencillez se disculpó por no haber podido estar con todos desde el principio.
“Gracias por su comprensión, hubiera querido que todos pudieran haber entrado al informe, hubieran tenido un lugar, pero lo más importante es que todos tienen un lugar aquí en mi corazón, gracias por su apoyo, el compromiso para seguir trabajando es con ustedes”, dijo.
Ningún gobernador había tenido la sencillez y esa humildad para cercarse al pueblo y despulparse, mucho menos hablar de frente después de su informe, y eso los tlaxcaltecas lo agradecieron.
LO MALO:
La ausencia de algunos exgobernadores que, aunque los tlaxcaltecas no lo notaron por obvias razones, hubiera sido bueno saber su opinión, bueno, quizás después podamos saber que es lo que opinan Héctor Ortiz, o Marco Mena, del trabajo de Cuéllar.
La ausencia no fue marcada, pero sí notable, que ni el antecesor inmediato haya estado, lo malo realmente fue que no pudo escuchar la manera en que se está trabajando para sentirse, aunque sea incómodo, de saber que quizás se puede hacer mucho cuando realmente se quiere.
Fue un tanto inesperado no ver a los exmandatarios, pero punto y aparte, en el informe pasaron cosas que, la verdad, cubrieron su ausencia muy bien a tal grado que pasó desapercibida.
También fue notorio que la mayoría de los presidentes municipales que asistieron hayan salido de inmediato y de manera sigilosa hayan abandonado el recinto, punto en contra para ellos.