Lluvia destruye calle, previo a su inauguración en Tetlatlahuca
Los vecinos están molestos por los malos trabajos de la constructora, piden al alcalde trabajos y materiales de calidad; con lo que sucedió sospechan facturas “infladas”
Las lluvias que recientemente se han precipitado en el municipio de Tetlatlahuca contribuyeron para que la calle de la Amargura, que fue adoquinada por el gobierno municipal y que espera ser inaugurada, luzca completamente destruida.
Los vecinos denunciaron que la obra se vino abajo tras las primeras lluvias. El adoquinado, aún sin ser oficialmente inaugurado, fue literalmente levantado por el agua, generando molestias y dudas sobre la calidad del trabajo realizado.
“La lluvia se llevó el adoquín y todavía ni la inauguraban. ¿De qué sirvió todo el gasto? Parece que los arquitectos que contrató el presidente Hugo Mendoza no supieron hacer bien su trabajo, o cobraron menos y entregaron algo mal hecho”, relató una vecina, indignada por la situación.
La calle de la Amargura formaba parte de los proyectos anunciados por el actual gobierno municipal para este 2025, pero según los pobladores, ahora se ha convertido en símbolo de mala planeación, falta de supervisión técnica y posible uso de materiales de baja calidad.
Hasta ayer, ni el presidente municipal ni representantes de la empresa que ejecutó la obra habían acudido al lugar para verificar el estado de la calle ni ofrecido explicaciones públicas. Los vecinos exigen que se investigue a fondo y se castigue a quienes resulten responsables del evidente desperdicio de recursos públicos.
A través de las redes sociales, donde se publicaron las imágenes de la calle dañada, los cibernautas exigieron que el alcalde garantice que los trabajos que ejecute el ayuntamiento sean hechos con materiales de calidad, pues con lo que sucedió en esa avenida ahora tienen sospechas de que ocurran casos similares y de que las facturas por los costos de los materiales y por el trabajo estén alteradas.
Este nuevo incidente, señalaron, pone en entredicho la eficiencia y transparencia de la administración local, mientras la comunidad sigue esperando obras que realmente sean para su beneficio y que no las destruya un aguacero.
