Laguna de Acuitlapilco fuente de alimento durante carencias
Personas de los pueblos aledaños pescan en sus aguas, venden o consumen el producto y obtienen dinero para sus hogares
La laguna de Acuitlapilco se ha convertido, durante esta temporada de pandemia, en una opción para que las personas que han visto afectada su economía puedan, de algún modo, aprovecharla y obtener un poco de dinero y, al mismo tiempo, llevar alimento a sus hogares.
Personas de los pueblos aledaños decidieron, luego de comenzar a resentir los efectos de la temporada de aislamiento social, comenzar a pescar en esas aguas, ahora y cuando el tiempo se los permite, venden o consumen el producto, satisfaciendo algunas de sus necesidades.
Provenientes principalmente se San Sebastián Atlahapa, por las mañanas o las tardes unas 20 personas, todas cabezas de familia, llegan para tirar sus anzuelos y esperar a que la suerte les favorezca y llevarse uno o dos peces a sus casas; los más insistentes se llevan cinco o seis, para venderlos entre sus conocidos.
Óscar Coyotzi, vecino de la laguna, señaló que todas las personas que llegan no buscan hacer negocio, más bien buscan llevarse pescado para la comida o la cena del día; “ninguno de nosotros viene con la intención de llevarse grandes cantidades, uno o dos son para la familia, y si acaso logramos atrapar otros dos entonces los podemos vender, no más”, asentó.
Aprovechan la corriente del agua para colocarse en el lugar donde su experiencia les dice que se concentran los peces y ahí tiran sus cañas; la condición entre el grupo que se reúne desde hace varias semanas es que nadie tirará redes, pues no sería una forma de explotar inconscientemente el lugar.
“No queremos hacer negocio de lo que no nos cuesta, pero tenemos necesidades porque en estos meses algunos se quedaron sin trabajo, quienes son comerciantes no han podido salir a vender y de alguna manera deben conseguir alimento”, expuso Óscar.
Durante algún tiempo, las autoridades les prohibieron pescar, con el argumento de que los peces, carpas principalmente, podrían estar contaminados por las descargas de drenaje que llegan a la laguna, pero luego los estudios revelaron que el producto sí se puede consumir y ahora, que ha habido carencias, el cuerpo de agua ha sido una opción para tener alimento.
Aún sí enfrentan algunas adversidades, como la prohibición por parte de la policía municipal de Tlaxcala, quienes dicen que violan las reglas de sana distancia o concentración de personas.
“Hay personas que sí entran con lancha y tiran redes, ellas si se llevan decenas de pescados y no les dicen nada; a nosotros que nos llevamos para comer es a quienes nos quieren prohibir y no es justo”, puntualizó.