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La mujer y la familia: un escenario de oportunidades y retos en Tlaxcala

  • En entrevista, Lorena Cuéllar hace una valoración de lo que implica enfrentar las secuelas sociales del Covid-19, que visibilizó la gravedad del fenómeno de la violencia, principalmente, en agravio de las mujeres y de la estabilidad de sus propios hogares.  
  • De manera personal, la gobernadora atiende a mujeres que han experimentado abusos, para escucharlas y dar seguimiento a sus casos, algo inédito como el esfuerzo institucional por recuperar la armonía de las familias afectadas por este fenómeno.

Por: José Luis Ramírez Romero

El gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros inició en un difícil escenario social marcado los efectos de la emergencia sanitaria por Covid-19.

Más allá de las cifras de contagios y fallecimientos por esta enfermedad, lo que la mandataria encontró fue una sociedad lastimada.

Familias agraviadas por el dolor y el sufrimiento que dejó la pérdida de seres queridos, por la angustia y la incertidumbre que generó el estado de pacientes hospitalizados y en confinamiento domiciliario. Hogares estrujados por la violencia intrafamiliar, así como por la depresión, la ansiedad y los suicidios, consecuencias lamentables del aislamiento.

Lorena Cuéllar, que ha dedicado su vida entera a la atención de la salud, reconoce en este eje de gobierno la punta de lanza de sus principales empeños para responder a una contingencia que ha ofreció importantes lecciones sociales.

Con palabras sencillas que guardan un profundo significado, la gobernadora de los tlaxcaltecas lo manifestó en el mensaje ciudadano que ella misma redactó con motivo de sus primeros 100 días de gestión: “Quizá para muchos (la salud) no fue tan valorada hasta pasar esta devastadora pandemia, en la que, con profundo dolor, fuimos testigos de la partida de muchos seres queridos que jamás olvidaremos, y que nos enseñaron el camino para cuidarnos y cuidar de todos”.

En entrevista para ABC Tlaxcala, Cuéllar Cisneros hace una valoración de lo que implica enfrentar las secuelas sociales del Covid-19, que visibilizó la gravedad del fenómeno de la violencia, principalmente, en agravio de las mujeres y de la estabilidad de sus propios hogares.  

Ciertamente, las estrategias de contención del primer gobierno emanado del proyecto de la Cuarta Transformación permitieron disminuir los casos de hospitalización y evitar más contagios, logrando en 45 días pasar de rojo a verde en el semáforo epidemiológico.

A los hospitales, se enviaron más de 10 millones de medicamentos con una inversión de 27 millones de pesos para la atención de enfermos, con lo que el nivel de suministro subió de 24 a 90 por ciento, y se inició con la rehabilitación de 60 ventiladores que no estaban funcionando.

Se acercó el servicio de oxígeno gratuito a familias de bajos ingresos, así como las pruebas de detección de Covid-19, para detectar casos con más oportunidad.  

Se creó el servicio “Médico en tu casa” para la atención inmediata de pacientes, y a través de 10 unidades móviles, se brindaron consultas para llevar un mejor servicio a las comunidades más alejadas. También, se adaptaron 10 clínicas para el servicio de atención post-Covid para pacientes con dañados en pulmones que requieren rehabilitación.

Gracias a ello, Tlaxcala es uno de los cinco estados que más redujo los contagios, y con el apoyo del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la participación de los ciudadanos, es también segundo lugar nacional en vacunación.

Fue el primer estado en vacunar a jóvenes de 15 a 17 años, y primer lugar nacional en cumplir el proceso de vacunación contra influenza. Ahora, se inicia nuevamente con la vacunación de una tercera dosis para nuestros adultos mayores, que es la población más vulnerable, y el gobierno estatal prepara lo necesario para hacer frente a una posible cuarta ola de contagios.

En efecto, la pandemia dejó pérdidas humanas, pero Lorena Cuéllar ve más allá de éstas, y advierte que trajo consigo depresión, baja autoestima e intentos de suicidio. Es por eso que su administración inicio con la atención especializada, única en todo el país, con 100 psicólogos, para atender personalmente los problemas emocionales mediante el número de emergencia 911.

Y la tragedia no termina. Agudiza un viejo problema: la violencia, cuyas principales víctimas son las mujeres, quienes, paradójicamente, están emergiendo como protagonistas de relevantes escenarios de oportunidad política y social.

A principios de noviembre, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, destacó el compromiso con “el buen ejercicio de gobierno y la honestidad” de las siete mujeres que actualmente gobiernan sus estados, entre ellas, Lorena Cuéllar.

A través de su cuenta de Twitter, la ministra en retiro resaltó el papel de las gobernadoras como “mujeres empoderadas”, cuya prioridad es garantizar los derechos de otras mujeres y lograr que “muchas otras lleguen a ser gobernadoras”.

La también ex secretaria de Gobernación ponderó que, “por primera vez en nuestra historia, siete mujeres gobiernan en el país”, en alusión a las titulares del Poder Ejecutivo en los estados de Baja California, Campeche, Ciudad de México, Colima, Chihuahua, Guerrero y Tlaxcala.

Para la mandataria tlaxcalteca, la Cuarta Transformación abrió un escenario de gran oportunidad para las mujeres, quienes ahora tienen la posibilidad de abrir espacios para que muchas más, con méritos propios, estén en condiciones de aprovechar este tiempo, a fin de ir saldando la deuda histórica con este sector.

– Actualmente hay en México siete gobernadoras surgidas de un proceso de lucha social y democrática. ¿Cómo interpreta este momento para las mujeres en la vida pública de México, y cómo podemos esperar su participación en espacios de decisión?

– “Creo que es muy importante que hoy las mujeres tengan esta gran oportunidad. Le estamos abriendo el camino a más mujeres que vienen buscando espacios de oportunidad para ser presidentas municipales y de comunidad, diputadas locales y federales, senadoras y gobernadoras. Y eso nos llena de mucho orgullo, porque era el tiempo. Había una deuda con las mujeres por no tener esa igual de oportunidades. Hoy, prácticamente, hay que demostrar el trabajo. Hay que hacer un gran trabajo para que el pueblo de México y de Tlaxcala sepa que nosotras, las mujeres, tenemos ganas de trabajar y de hacer bien las cosas”.

Sin embargo, frente a estas condiciones promisorias, prevalece un viejo desafío: la violencia contra la mujer, frente a la cual una de las primeras acciones fue decretar la alerta de género.

Para velar por las niñas y mujeres tlaxcaltecas, el nuevo gobierno estatal ha implementado la atención inmediata a través de la denuncia al 911, para activar el protocolo integral mediante nuestras nuevas unidades especializadas que brindan servicio médico, jurídico, psicológico y refugios, para que las víctimas se sientan más seguras al denunciar y cuenten con una respuesta inmediata.

Se implementó el programa Taxi Seguro para darles tranquilidad a las mujeres en su traslado, y se ha dado capacitación en defensa personal a muchas de ella para que puedan cuidar de sí mismas.

Hoy, Tlaxcala es el único estado en el país en contar con procuradurías municipales para responder al fenómeno de la violencia de género desde el primer nivel de gobierno, y es también primer lugar nacional en la integración de redes constructoras de la paz, que se considera pionero en la tarea de organizar a las mujeres para entablar diálogo con las autoridades y construir paz positiva en México.

De manera personal, la gobernadora atiende a mujeres que han experimentado abusos, para escucharlas y dar seguimiento a sus casos. Es algo inédito, como lo es también el esfuerzo institucional por recuperar la estabilidad de los hogares afectados por este fenómeno: “Yo veo con tanto dolor cómo diariamente muchas mujeres hablan al 911, por ser golpeadas, por ser lastimadas, por ser agredidas, y me pongo a pensar qué estarán viviendo sus hijos, cómo ven esa escena, cómo ven ese ambiente de familia, qué va a pasar con los hijos si ellos siguen viviendo esa violencia, adónde los está encaminando, adónde los está llevando si no ponemos un alto”.

– “Por eso hoy todos tenemos que hacer muchas cosas. Y nos toca a todos, a mí como gobernadora, hacer lo que me corresponde, que es servir al estado, cuidar a la gente. Pero también, a todas las familias les corresponde tratar de unir los lazos familiares, de rescatar la familia, de volver a recuperar su hogar, si es que la situación tiene remedio, porque la realidad es que muchas se han roto, y si están rotas para algunos es preferible no ver ese dolor tan terrible, y eso está llevando a muchos jóvenes a vivir etapas muy duras en sus sentimientos. Por eso creo que nos toca hacer mucho trabajo en esta sociedad”.

En 100 días, el gobierno de Lorena Cuéllar demostró que es posible comenzar cambios, iniciar transformaciones, poniendo por delante, más que presupuestos, valores como el respeto, la paciencia y la comprensión, a través de los cuales se pueden generar los ambientes de armonía que permitan una vida familiar feliz.

“En la medida que generemos esta estabilidad, lograremos tener un estado de paz y armonía. Por eso, insisto, hoy, como sociedad, estamos obligados a hacer lo que nos toca, y entre todos fortalecer la unidad de las familias, de los compañeros de trabajo, escuchar a nuestros niños en las escuelas, ser más pacientes, más tolerantes, para estrechar los lazos de amor, con armonía y comprensión”.