La capital se hunde
- Los efectos que causan las lluvias en la ciudad solo son un reflejo de lo que viene tras el cambio de alcalde; corrupción y deudas, es lo que dejó Corichi
Miguel Ángel Lara
De manera irónica, la capital de Tlaxcala se está hundiendo, y no, no solo porque en un fin de semana se precipitaron dos tormemtas que causaron daños en viviendas, calles e infraestructura pública, sino porque de verdad, como municipio, Tlaxcala está viviendo uno de sus peores momentos.
También pareciera irónico que justo ahora que la administración municipal anda mal y de malas, todos los problemas se hicieran visibles, pero no es asi, más bien lo que se hace visible es lo que está mal y que no debería estarlo, si las autoridades se hubieran puesto a trabajar en lo suyo, y le hubieran dado mantenimiento a las redes de drenaje, reparado calles y atendido las demandas ciudadanas.
Pero a estas alturas no podemos culpar a la nueva presidenta municipal, ni siquiera a los directores o encargados de las áreas que deben atender esta problemática, porque al menos los capitalinos, de cualquier colonia o comunidad, saben que los problemas que hoy aquejan a la ciudad, a los barrios y las colonias, tienen nombre y ese hombre prefirió buscar nuevos retos para dejarlos inconclusos, seguramente.
Ahora bien, lo peor no son las inundaciones, la caída de bardas o de techos, lo peor es lo que hay detras, sí, esa corrupción y desvío de dinero que no permitió ejecutar recursos para prevenir lo que ahora está pasando.
Saben los capitalinos que en dos años el cambio no llegó y mucho menos llegará en los proximos 12 meses, pues la nueva alcaldesa estará tan ocupada arreglando los desperfectos y poniendo en orden las finanzas que no tendrá tiempo de trabajar en otra cosa que no sea remendar problemas.
Asi que, sí, con cada aguacero la ciudad seguirá inundándose, no se podrá transitar por las calles, los hogares y negocios sufrirán las consecuencias pero también debemos recordar que solo es un reflejo de lo que pasa en el gobierno municipal.
Pero al menos podemos esperar que la alcaldesa tome cartas en el asunto y comience por hacer trabajar a los empleados del ayuntamiento que, en dos años, se llenaron de malas prácticas y ponw3n un pie a quien de verdad intenta trabajar en favor de los capitalinos.