Habla madre de familia: Normalistas torturaron psicológicamente a mi hija
- Temen que pueda haber intenciones de suicidio, pues en los días que estuvo dentro de la escuela el diagnóstico médico es de crisis de ansiedad y depresión por la manera en que fue tratada por el comité estudiantil «Che Guevara»
Una madre de familia, luego de casi tres meses de terapias y visitas constantes con especialistas, habló sobre lo que su hija sufrió al ser una de las estudiantes de nuevo ingreso en la Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla, y relató los abusos y las condiciones, tanto insalubres como violentas que imperan dentro de la institución.
La mujer, que por razones obvias pidió el resguardo de su identidad, expresó la tortura psicológica y trabajos forzados a los que las jóvenes son sometidas durante la semana de inducción y que no pueden revelar con la amenaza de que si lo hacen serán castigadas.
La madre de familia expresó que lo que su hija vivió durante los días que estuvo a prueba fue de tal magnitud que los médicos le han diagnosticado ansiedad y depresión por la manera en que fue tratada y temen que atente contra su vida, tal como la joven lo ha expresado.
Dijo que el estado psicológico de su hija es muy grave; “las señoritas dejaron a mi hija en un estado crítico donde ella ha externado que no quiere vivir. Se me hace injusto que ellas pidan justicia cuando desde el primer momento que mi hija estuvo ahí siempre fue humillada”.
“Les puedo decir que mi hija fue a esa institución a recibir la semana de adiestramiento, la realidad es que esas señoritas son quienes las tratan mal, porque el hecho de que nosotros llegamos a dejarla al inicio dan la bienvenida, pero cuando ingresan y a la chica le dicen aquí te quedas y lo primero que ves es un colchón sucio que se le salen los resortes y que tienen que compartir con otra chica; metieron a 20 alumnas en un solo salón”, expuso.
“Ella vio como una de sus compañeras cayó en el patio desmayada por el cansancio porque no las dejaron comer ni bañarse durante los días que estuvo ahí y se me hace injusto que ahora piden justicia para algo que no tuvieron con nuestras hijas; recibieron maltratos físicos muy feos, las encerraron en un salón audiovisual y les echaban agua en la cara porque por el cansancio no sabían si era de día o de noche”.
Además, resaltó que por la comunicación que la ahora exalumna tiene con otras estudiantes los castigos y maltratos han empeorado, al punto de que las dejan bañarse con agua fría y en ocasiones una regadera tiene que ser compartida por tres personas.
Dijo que en la lista de requerimientos para ingresar les solicitaron alimentos pero no las dejaron consumirlos; “mi hija se comió un sándwich y una caja de leche y lo demás quedó intacto, no quiero saber o suponer que esa chicas sean las que se están formando para ser maestras porque no se que valores le pueden transmitir a los niños; tenemos una niñez que pide a gritos gente buena, que los ayude a salir adelante y con este tipo de personas no se va a lograr”.
Relató también que sabe de estudiantes que desertaron para ir al hospital y llegaron con un estado de salud malo, con desnutrición y otros problemas que podrían poner en riesgo su vida.
Confirmó que los videos que se han mostrado a través de las redes sociales donde se ve a jóvenes durmiendo en el piso y trabajando durante la madrugada son ciertos.
“Dicen que las están preparando para ser guerrilleras, para que soporten todo, pero eso no es educación, eso no es el tipo de educación que deben recibir en una escuela donde se forman futuros maestros”.
De este modo, solicitó al gobierno estatal que no permita este tipo de acciones y que intervenga para poner a salvo a las demás alumnas.