Feligreses apizaquenses, hasta el último minuto adoraron la reliquia de San Judas Tadeo
Un importante número de vendedores, se instalaron sobre la plancha del parque Cuauhtémoc
Yaneth Ortega Jiménez
La tarde del viernes, largas filas de personas se observaron frente a la Basílica de la Misericordia, para venerar la reliquia de San Judas Tadeo, mientras que afuerade este recinto religioso, se encontraban un número importante de vendedores de imágenes, rosarios, pulseras, flores y veladoras, mismos que ofrecían a la feligresía.
A pesar de que menos de un minuto, estaban frente a la reliquia, era suficiente para pedir por las necesidades de sus hogares, por que interceda ante Dios para mejorar su salud, un trabajo más próspero, entre otras peticiones que hicieron llegar al Santo de los Casos difíciles.
Celebraciones eucarísticas y la velación de esta reliquia, es lo que han mantenido los apizaquenses, desde la tarde del jueves y este sábado estará partiendo a la ciudad de Huamantla, para llegar a la Basílica de la Caridad, donde estará hasta el próximo domingo, por lo que se espera haya un importante número de personas que visiten esta reliquia que viene desde el vaticano.
Vendedores que llegaron desde la noche del jueves, este viernes se les pudo observar, ocupando la plancha del parque Cuauhtémoc, donde ofertaron diversos artículos religiosos, mismos que son bendecidos con la reliquia y que pueden llevar en la cartera, hasta estar en sus hogares.
A esto el presbítero y párroco de la Basílica de la Misericordia, Emanuel Zamora, exhortó a la feligresía a no caer en fanatismo, “eso será siempre una tentación, porque nos hace falta conocer más a fondo nuestra religión, esta visitita de San Judas nos da la oportunidad de poner en claro quién es este santo, que es una reliquia, que son los santos, como tenemos que purificar nuestra fe, para no caer, fanatismos”, acotó.
Asimismo, agregó que el santo no nos va a traer dinero y mucho menos se sacaran la lotería o que se recuperara la salud de un día para otro, “San Juditas es un gran intercesor ante Dios, otro ejemplo claro es hacerse tatuajes, es una superstición, además de que va en contra de la fe”, concluyó.