Estados Unidos: Joe Biden hace un llamado a un mayor control de armas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este jueves en un discurso a la nación que se prohíban las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, mientras el país sigue traumatizado por la reciente masacre de Uvalde (Texas) en la que murieron 19 niños y legisladores de ambos partidos discuten sobre el control de armas de fuego.
En un discurso de cerca de 20 minutos en el que repitió una y otra vez «es suficiente», Biden lanzó una serie de peticiones a los legisladores para que tomen medidas concretas para el control de las armas en el país, después de los recientes tiroteos de Uvalde, Búfalo (Nueva York) y Tulsa (Oklahoma).
En concreto, solicitó que también se refuerce la verificación de antecedentes de los potenciales compradores, que se aplique la ley para garantizar el almacenamiento seguro de las armas y que se «derogue la inmunidad que protege a los fabricantes de armas».
Según Biden, los supervivientes de las masacres tienen un mensaje para los políticos: «Hagan algo, sólo hagan algo, por el amor de Dios, hagan algo, porque después de Columbine, después de Sandy Hook, después de Charleston, después de Orlando, después de Las Vegas (…) no se ha hecho nada», dijo Biden en referencia a las principales matanzas que en los últimos años han golpeado el país.
Situado en el extremo de una alfombra roja y un pasillo formado por 56 velas encendidas para representar las víctimas de tiroteos de los estados y territorios de Estados Unidos, Biden insistió en que la segunda enmienda de la constitución estadounidense, sobre el derecho a la posesión de armas, «como todos los demás derechos, no es absoluta».
Su intervención coincide con las conversaciones en las que desde la semana pasada participa un grupo de nueve senadores republicanos y demócratas para tratar de acordar medidas de control de armas de fuego que puedan recibir el apoyo de legisladores de ambos partidos.
Las medidas serían mucho más modestas que la prohibición de armas de asalto que defienden la mayoría de demócratas, incluido Biden, y se centrarían en reforzar la seguridad en las escuelas y financiar programas de salud mental, ambos requisitos de los republicanos.