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El monstruo creció

De 6 subió a 12 el número de focos rojos por las elecciones, y a una semana podrían ser más; la política no debe ser motivo de división ciudadana

Podría aprovechar este espacio para decir “se los dije”, que la violencia política escalaría en los últimos días de campaña, y tal parece que así fue.

Y no es que se tratara de una predicción o de un “mal agüero” para los actores políticos, simplemente que las condiciones se estaban dando y se siguen dando para que el día de la elección se tengan que vigilar muy bien las cabeceras municipales y las comunidades donde podría haber conflictos.

Aunque, siendo sinceros, a estas alturas cualquier lugar, llámese cabecera o comunidad, podría ser objeto de violencia. Ya vimos lo que sucedió en Teolocholco, un lugar donde se había mantenido la tranquilidad, pese a las diferencias entre aspirantes y sus seguidores, y no lo creo, pero ¿no fue un policía el que disparó entre la gente?

Lo ven, la violencia puede venir de quienes menos lo esperamos y donde menos lo esperamos, y aunque las autoridades electorales digan que ya tiene previstos los puntos que podrían estallar el domingo, y que de 6 pasaron a ser 12 en una semana, la verdad es que hasta esos pronósticos son inciertos.

Es decir, podrían ser 12, podrían ser menos, pero también podrían ser más los que a última hora se sumen a estos focos rojos y haya problemas o situaciones de conflicto entre vecinos.

Que si Zacatelco, Huamantla, Tequexquitla, Xicohtzinco, todo es una especulación, porque realmente no sabemos como va a reaccionar la gente en determinado momento, es posible que en esos lugares todo transcurra en paz y en cambio en otros sean donde se generen problemas y contratiempos.

Lo mejor, amables lectores, será evitar que eso suceda ser respetuosos de las diferencias o preferencias electorales y responsables, porque finalmente la ciudadanía es quien tiene la decisión de lo que ocurre y no ocurre.

Es cierto que algunas autoridades dejaron crecer el monstruo durante las campañas, que no hicieron nada y que en casos particulares se les salió de las manos. Pero también es cierto que los ciudadanos, los tlaxcaltecas, tenemos la decisión de lo que va a ocurrir, y lo mejor, para todos, es que haya paz y tranquilidad antes, durante y después de la jornada electoral; pues el voto es libre y secreto.