Estado

Delincuencia pega a artesanos capitalinos

  • En pleno día y a la vista de todos han sufrido robos de mercancía sin que las autoridades municipales brinden seguridad; no saben si el ayuntamiento los apoyará

La delincuencia que se vive en la capital del Estado, no ha podido disminuir, rebasando totalmente a las autoridades. Pese a ser una de sus prioridades, según el presidente municipal, está afectando a los artesanos que se colocan en la Plaza Juárez y la explanada de la parroquia de San José, sin que haya una estrategia para brindar seguridad en esos lugares.

A plena luz del día y a la vista de todos, los artesanos han sido víctimas de robos y atracos sin que la policía se percate, como ocurrió el sábado cuando uno de los comerciantes se disponía a abrir su negocio para iniciar sus actividades por la mañana.

A decir de algunos testigos, el artesano fue despojado de un bulto de mercancías cuando mostraba algunos productos a quienes se hacían pasar por clientes; cuando reaccionó la persona ya había emprendido la huida sin que nadie pudiera detenerlo.

A pesar de que avisó a la policía estos solo llegaron para tomar nota de lo que ocurrió, pero no hubo más respuesta que la promesa de que tratarían de encontrar al ladrón.

“Llegaron unas personas y les estaba mostrando lo que vende, el compañero apenas estaba abriendo su local y entonces tenía todo en bolsas, de pronto uno de los sujetos que llegó tomó un bulto y se fue corriendo, cuando el vendedor quiso salir para identificarlo ya ni siquiera pudo ver hacia dónde se había ido”, dijo uno de sus vecinos.

“Eran tres hombres acompañados de unas mujeres, todos se pusieron a ver las bufandas y los gorros tejidos que el señor vende, de pronto uno de ellos le dijo que ahorita regresaba, que le apartara unas bufandas, y cuando el artesano se distrajo se llevaron un bulto”, señaló otro de los comerciantes.

Al respecto, lamentaron que el presidente municipal, Jorge Corichi Fragoso, los haya abandonado en el tema de la vigilancia desde que él mismo les instruyó que se instalaran ahí, pues, aunque la policía municipal se encuentra cerca, no hacen recorridos por la zona y se presta para que los artesanos y transeúntes sufran robos y asaltos.