Cumplen 167 años huesos gigantes en Yauhquemecan
- Un 27 de enero, pero de 1854 dieron a conocer el descubrimiento en la localidad de San Francisco Tlacuilohcan
Cumplieron 167 años los huesos gigantes en el municipio de Yauhquemecan. Un 27 de enero, pero de 1854 dieron a conocer el descubrimiento en la localidad de San Francisco Tlacuilohcan, informó el Coordinador de la Red de Museos del Instituto Tlaxcalteca de Cultura (ITC) Armando Díaz de la Mora.
Recordó que en 1854 se dio a conocer el descubrimiento que un 5 de marzo de 1853 en la barranca llamada del “Toro”, al poniente de la iglesia de San Francisco Tlacuilohcan se encontraron huesos gigantes que tenía cerca de un palmo o más de 8 pulgadas de diámetro y 3 varas y media de largo.
Además, Armando Diaz explico a través de un documento de la Emeroteca Nacional “Huesos Giánteos encontrados en el Territorio de Tlaxcala”, que los huesos encontrados fueron hallados por una vereda en la misma barranca producida por las lluvias de su tiempo.
Señaló que el hueso encontrado fue una canilla que parece ser de brazuelo y no es recta, si no un tanto curva, mientras que los demás huesos estaban como calcinados y blandos por lo que consideraron en su momento difícil extraerlos, al día siguiente de excavar también encontraron de canilla perteneciente al muslo con aproximadamente 300 varas barranca arriba.
Asimismo, detalló el mismo documento que se han encontrado lugares de la República Mexicana, principalmente en el territorio de Tlaxcala, y en algunas construcciones de departamentos de México y Puebla se encontraron restos de multitudes de seres desconocidos y tan grandes que parece difícil de creer.
Armando Díaz detalló que el documento dice que fueron hallados los huesos bajo una capa de tierra solida que es llamada tepetate o arena compacta a la profundidad de dos varas, la dirección de esta capa sigue la condición inferior que en algunas ocasiones es horizontal y otras inclinadas al fondo de las mismas barrancas.
Lo que manifiesta que ellos existían en esa forma antes de haberse cubierto por la capa superficial y que los animales gigantescos vivieron sobre ella antes de la catástrofe, por lo que se encontraron esqueletos bien conservados, huesos dispersos y aislados.
La vara fue una unidad de longitud utilizada en la península ibérica, principalmente en España y Portugal y por consiguiente en las zonas de influencia hispano lusitana como lo es Iberoamérica y otras regiones de influencia colonial. Equivalía a 3 pies. Cada región de acuerdo a sus necesidades o simple aislamiento tenía distintos valores para la vara: su longitud oscilaba entre 0,8359 milímetros la vara de Alicante y los 0,768 m la de Teruel.
No obstante, la más empleada era la vara castellana o vara de Burgos, de 0,835905 m, tres veces el pie castellano de 0,278635 m y el palmo era una antigua unidad de longitud antropométrica: la medida entre el extremo del dedo pulgar y el extremo del meñique con la mano extendida.