Cumple 45 años descubrimiento de las pinturas murales de Cacaxtla, en Tlaxcala
En septiembre de 1975, pobladores de San Miguel del Milagro del municipio de Nativitas, encontraron de forma insospechada uno de los primeros murales prehispánicos del sitio
En este mes de septiembre se cumplen 45 años del descubrimiento de las pinturas murales de Cacaxtla, en en el municipio de Nativitas.
Pobladores de San Miguel del Milagro, en ese municipio, encontraron de forma insospechada uno de los primeros murales prehispánicos del sitio de Cacaxtla que se consideraría la “joya” de la arqueología en Tlaxcala.
Mediante información proporcionada para este medio, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que hace 45 años, en el mes de septiembre de 1975, se encontraron los primeros murales prehispánicos del sitio de Cacaxtla. Advirtiendo la importancia del descubrimiento, acudieron a las autoridades, entre ellas las eclesiásticas y, a su vez, notificaron al INAH.
Fue el acontecimiento que daba un giro trascendental en la historia de la entidad, con el inicio de una de las más grandes exploraciones para rescatar a la que se consideraría la “joya” de la arqueología en Tlaxcala”.
Para conmemorar el 45 aniversario del descubrimiento de las pinturas murales, y dadas las condiciones por la pandemia de COVID-19, las cuales limitan la celebración como parte de la comunidad de San Miguel del Milagro, se llevaron a cabo una jornada de videoconferencias donde se expusieron los matices del vasto patrimonio bajo los temas: “Pasado y Futuro de la Conservación de los Murales de Cacaxtla”, “Reubicando la relación de Cacaxtla con lo Olmeca-Xicallanca”, “Cacaxtla entre el Sol y Venus”, el pasado viernes 11, sábado 12 y domingo 13 de septiembre.
En las pinturas murales se representan personajes como el “Hombre Ave” y “Jaguar”, primeros hallazgos registrados en el Edificio A. La pieza principal, encontrada en una segunda etapa, fue el mural La Batalla, el cual generó expectación nacional y mundial por su manufactura impecable e iconografía única.
Estas obras prehispánicas fueron creadas entre los años 800 y 1000 d.C., plasmadas al fresco con colores mezclados con cal, mucílago y baba de nopal. Se trataba de un arsenal histórico que requería intervención especializada, por lo que arqueólogos y restauradores conformaron equipos de trabajo multidisciplinario para dar el acondicionamiento necesario al sitio.
Cacaxtla se deriva del vocablo Cacaxtli, que en español significa “Lugar de Cacaxtles”, en alusión a los canastos que utilizaban los mercaderes de esa época para transportar sus mercancías.
Actualmente, es un enorme yacimiento arqueológico rico en simbolismos y vestigios que reflejan la vida de los habitantes en aquella época. Y dada la majestuosidad de las edificaciones y con la empeñosa labor del INAH, se convirtió en la segunda zona arqueológica techada más grande del mundo, su domo mide 10 mil metros cuadrados.
En el lugar, destaca el Gran Basamento, un gran complejo arquitectónico de estructuras superpuestas y adosadas que resguardan las pinturas murales que hoy cumplen 45 años de ser descubiertas, únicas en su clase, las cuales están plasmadas en los llamados Templo de Venus, Templo Rojo, Pórtico A y Mural de la Batalla.