Frustrado intento de desestabilizar a Lorena Cuéllar
- Burócratas, jubilados, maestros y ciudadanos, le dieron la espalda a falsos liderazgos que movidos por el resentimiento y la ambición, no alcanzaron sus expectativas de movilización ciudadana.
- Aspirantes a cargos públicos y líderes de partidos desvirtuaron la lucha de los trabajadores sindicalizados y sacaron provecho del movimiento social para hacerse notar
- Respetando el derecho a la libertad de expresión y manifestación, el operativo policiaco fue reducido, pacífico y discreto.
- En cuanto comenzaron los discursos de los “vividores de la política”, la mayoría de asistentes a la marcha de ayer se retiraron.
Actores políticos y aspirantes a cargos públicos terminaron convirtiendo la megamarcha que los miembros del sindicato 7 de Mayo, organizaciones civiles y sindicatos de la educación encabezaron ayer por calles de la capital, en una pasarela buscando reflectores y que sus simpatizantes vieran que ya están trabajando.
Otros, en cambio, solo asistieron para tomarse la fotografía que los hiciera quedar en sus redes sociales como los “miembros activos de la posición”, aunque desde sus actuales cargos públicos también formen parte de acuerdos debajo del agua para obtener beneficios económicos, principalmente.
Tal es el caso del diputado local Juan Manuel Cambrón Soria, actualmente considerado líder en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), incluso por encima del dirigente estatal, y la diputada Blanca Águila Lima, delegada de la sección 27 del sindicato nacional de trabajadores de la secretaría de salud.
A estos se sumaron otros líderes de más bajo perfil y reconocimiento, como Patricia Zenteno Hernández, expresidenta del ya extinto Partido Socialista (PS) y actual miembro del PRD, quien se vio marchar con una lona exigiendo al gobierno del Estado.
También se vieron aspirantes a presidencias municipales y diputaciones locales, como un empresario dueño de gimnasios en la capital, que exigió sin saber a lo que realmente iba, ya que la marcha era de burócratas y trabajadores de la educación que están descontentos con el gobierno estatal.
Un exregidor de la capital, en el gobierno de Anabel Ávalos Zempoalteca, encabezó el contingente de vecinos que se oponen a la construcción del autotren en el boulevard Guillermo Valle; él mismo aseguraba que eran más de 100 en su grupo, pero solo llevaban playera verde y lo apoyaban gritando consignas menos de 20.
La propia presidenta estatal del PRI, Anabel Ávalos, llegó a la manifestación, lo que su presencia sumada a la de los demás “oportunistas” provocaron que la marcha se desvirtuara y los verdaderos manifestantes prefirieran comenzar a retirarse, ya que su lucha ya se había politizado.
En menos de dos horas, de los casi mil 500 manifestantes solo quedaban algunas decenas, y es que la intervención de los políticos que no tenían nada que ver con la lucha laboral incomodó a la mayoría y desde unos 20 minutos después de haber llegado a la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de Gobierno, los inconformes comenzaron a retirarse.
A través de las redes sociales, Abc Noticias dio cuenta de que algunos asistentes dijeron que “solo fue el ratito”, salir a caminar y luego volver a sus actividades, notándose con esa actitud que el movimiento ya no era legítimo como hace una semana, cuando incluso podían cerrar la carretera por 12 horas y se mantenían en pie de lucha.
Lo cierto fue que ayer, además del poco interés con el que los sindicalizados marcharon, la presencia de políticos que se fueron a pasear terminó por darle la razón a quienes decían, desde el principio, que algunas manifestaciones que ya habían llegado a la sede del poder ejecutivo eran meramente con tintes políticos.