CONMEMORAN EN HUAMANTLA CENTENARIO DEL NATALICIO DE DESIDERIO HERNÁNDEZ XOCHITIOTZIN
- El presidente municipal, Salvador Santos, destacó que los murales del Ayuntamiento son expresión de su gran legado.
Por José Luis Ramírez Romero
A 100 años del natalicio del muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin, “nos llena de orgullo ser parte de su legado”, sostuvo el presidente municipal de Huamantla, Salvador Santos, al destacar que los murales del Ayuntamiento son expresión de su gran legado.
Al conmemorarse este 11 de febrero un siglo del nacimiento del artista, el edil resaltó el valor de su extraordinaria obra, pues “forma parte del patrimonio cultural y artístico que nos da identidad como tlaxcaltecas”.
Desiderio Hernández Xochitiotzin plasmó en sus obras pasajes de la historia de su tierra, Tlaxcala, con notable color y vida, lo que le valió reconocimiento nacional e internacional.
En 1968, a partir de la gestión de don Álvaro Salazar Lozano, el pintor y cronista de la Ciudad Tlaxcala, puso sus primeros andamios en el Palacio Municipal de Huamantla, donde, con ayuda de historiadores y amigos de un club del municipio, trató los temas que plasmó en las paredes de la sede del Ayuntamiento.
Ahí, eternizó la llegada de los otomíes hasta el recibimiento de los españoles por parte de los tlaxcaltecas, así como algunos rostros emblemáticos de la heroica ciudad de Huamantla, para rendir honor a su gente.
Para ello, se apoyó en documentos como el códice de Huamantla y los cinco lienzos recuperados sobre la fundación de la ciudad de 1984, con la cédula real de Carlos V.
Fue así que, para el gobierno de Rogelio Palafox, su hijo Cuahutlatohuac H. Xochitiotzin, con la ayuda del también pintor Efrén Chacón, puso en marcha los laterales faltantes del mural, con la misma técnica y con los mismos bocetos que empleó su padre.
Para el alcalde Salvador Santos, “el maestro Xochitiotzin ha dejado también una gran huella de un municipio que acoge a los más grandes talentos de México y el mundo, lleno de muralistas, alfombristas, artesanos y titiriteros, que están presentes en la cultura tlaxcalteca”.
“El legado que dejó el Maestro Desiderio se rinde ante los murales que narran nuestra historia como tlaxcaltecas, nuestros rostros, nuestras raíces y el sentimiento de la cuna de la nación”, anotó.