Conductores de transporte público continúan desobedeciendo

• Pese a las infracciones que ha impuesto la Secretaría de Movilidad, los choferes siguen sin portar cubrebocas y permitiendo el sobrecupo en sus unidades; prefieren perder la salud antes que perder dinero

Conductores del transporte público de diferentes rutas en Tlaxcala siguen desobedeciendo las nuevas medidas sanitarias que, para cortar la cadena de contagios del coronavirus, anunció el Consejo Estatal de Salud desde hace unos días.

Pese a las infracciones y sanciones económicas que ha impuesto la Secretaría de Movilidad y Transporte del gobierno estatal desde el inicio de septiembre, los choferes continúan desestimando el decreto gubernamental, conduciendo sin utilizar cubrebocas y dejando que sus unidades se llenen completamente.

Además, no realizan la limpieza adecuada de los vehículos como fue recomendado, muchos tampoco han realizado la desinfección de las camionetas donde prestan el servicio y otros continúan dejando que los usuarios aborden sin cubrebocas; tampoco se aseguran de que en todo momento y mientras viajan, porten el cubrebocas adecuadamente.

Y es que la consigna de los conductores es que si se respeta el 50 por ciento (%) de la capacidad de la unidad de transporte perderán dinero y eso no les conviene, ya que sus patrones, los concesionarios, les seguirán pidiendo la misma cuota diaria sin importarles si los choferes tienen ganancias o no.

En entrevista, Alejandro, conductor de la ruta Xicohtzinco-Tlaxcala, expuso que, aunque el año pasado varios de sus compañeros se enfermaron de coronavirus y algunos murieron, a un año y medio de que llegó la pandemia no pueden seguir teniendo restricciones, pues su economía ha decaído casi en un 50% o más.

“Ahorita estamos a arriesgar todo, o te enfermas o llevas de comer a tu casa, aparte de que la camioneta es nuestra responsabilidad, pues si se descompone o le falta alguna refacción nosotros debemos arreglarla para trabajar, cada día de paro significa muchas pérdidas para nosotros”, dijo.

Pese a su argumento, no se justifica el hecho de que algunos no porten cubrebocas o constantemente se lo quiten y solo se lo coloquen cuando hay retenes y operativos, tampoco se justifica el hecho de que dejen subir a personas sin cubrebocas ni que no traigan gel antibacterial disponible para los usuarios.

Mientras tanto, los transportistas se siguen quejando y desobedeciendo, con el argumento de que serán ellos los que pierden, exponiéndose ellos mismos y a los tlaxcaltecas que, por necesidad, requieren de sus servicios.