Bendicen pirotecnia para dar gracias por la vida, en Tetlatlahuca

Antes de la quema de fuegos artificiales por el cierre de fiesta patronal, llevan cohetes, toritos y castillos a la iglesia pidiendo que les vaya bien

En Santa Isabel Tetlatlahuca, vecinos que integran la comisión de la fiesta patronal llevaron a bendecir la pirotecnia que utilizarían para el cierre de las festividades en honor a la Santa Patrona, esto como parte de la tradición para pedir que les vaya bien y dar gracias por un año más de vida.

Se llama la fiesta de los borrachitos y se celebra al concluir la fiesta del pueblo, se forma una comisión que se encarga de recolectar pirotecnia en los barrios que conforman la cabecera municipal, luego llevan estos artefactos por las calles con música y bailes hasta llegar a la iglesia, donde se hace una misa y se bendicen los artefactos.

Se dice que sus orígenes se remontan a hace más de medio siglo, y fueron las personas con problemas de alcoholismo o del llamado “escuadrón de la muerte” los que la iniciaron. La fiesta original consistía en que estas personas subían al cerro de las Tres Cruces y lanzaban cohetes al aire para agradecer a Santa Isabel un año más de vida, a sabiendas de que su enfermedad les quitará la vida el día menos esperado.

Con el tiempo este acto fue acogido por la población y para dar gracias a la patrona del pueblo comenzaron a formarse comisiones encargadas de pasar casa por casa, solicitando la donación de cohetes.

Actualmente la recolección está formada, principalmente, por toritos y cohetes y son las propias familias quienes donan fuegos artificiales, de acuerdo con la voluntad y los alcances económicos de cada donante. Durante la recolección la imagen de la virgen del pueblo acompaña al contingente.

Los toritos y cohetes se transportan en camionetas y automóviles particulares, otros se llevan en los hombros de personas que se ofrecen como voluntarios, integrantes de la comisión o miembros de las familias donantes, y recorren las calles del pueblo.

Los comisionados para esta celebración también tienen por encargo dar de comer a todos los que apoyaron y a las personas que se reúnen para ser parte de la celebración.

Cuando llegan a la iglesia los organizadores piden que les vaya bien, que haya vida y salud y que haya prosperidad para las familias de los participantes en esta tradición.

Por la noche, toda la pirotecnia es quemada en el cerro de las Tres Cruces, lugar acostumbrado para el evento que reúne a cientos de personas que gustan de admirar la quema de fuegos pirotécnicos y que, además, marca el cierre de la fiesta patronal.

Este año correspondió a la familia Chavarría hacer la recolección, y fueron al menos medio centenar de toritos y decenas de cohetes los que donaron los pobladores, para concluir los festejos anuales en honor a Santa Isabel.