Alcaldes se preparan para la reelección
- Al no haber perfiles idóneos de su partido ni de sus contrincantes están seguros de que si participan volverán a ganar, aunque tengan nulo trabajo en esta administración
A un año del proceso electoral local y federal, algunos alcaldes de Tlaxcala se preparan para reelegirse, luego del cambio en las leyes locales los diputados locales y los presidentes municipales tendrán esa opción y, seguramente, habrá algunos que no la desaprovecharán.
Al no haber perfiles idóneos dentro de los partidos políticos a los que actualmente pertenecen, y estos al carecer de líderes que pudieran atraer el voto ciudadano, incluso en los organismos políticos adversarios, los actuales alcaldes no dudan en que, si participan nuevamente en el proceso electoral, seguramente volverán a ganar.
Tal es el caso del alcalde de Zacatelco, Hildeberto Pérez, quien se nota confiado en que si vuelve a ser candidato logrará el triunfo sin problemas, pues, aunque los casi dos años de su actual administración han sido opacos y con varios fallos, en el municipio no hay figuras políticas de contrapeso, es decir, no hay quien pudiera arrebatarle el triunfo.
Otro posible candidato a la reelección será el alcalde de Apizaco, Pablo Badillo, que de igual manera no ha podido cumplir a su pueblo y cada vez hunde su gobierno junto con el progreso de su demarcación, y la inseguridad ha sido un lastre desde que llegó al poder, pero igualmente no hay quien pueda ser contrapeso político.
Los de MORENA también se perfilan para reelegirse, aunque no han hecho públicas sus aspiraciones, con el pasar de los meses seguramente habrá algunas intenciones; ellos podrían aprovechar el peso de su líder moral y la efervescencia del voto en bloque, igual que como sucedió en la elección pasada.
Esto se debe, principalmente, a que los perfiles conocidos están desgastados y los partidos políticos, sobre todo los de oposición al que actualmente ostenta el poder, no han preparado a nuevos rostros, lo que podría influir en la decisión ciudadana y llevar al poder a quienes, aunque no sean los más idóneos, sí son los más conocidos.