Niveles de arsénico en el Zahuapan-Atoyac superan las normas nacionales e internacionales
- Estudio de la UNAM revela que el agua de este sistema hidrológico es utilizada como fuente de abastecimiento de agua potable y que es utilizada en la zona sur del estado para el riego de hortalizas.
José Luis Ramírez Romero
La presencia de arsénico y fluoruro en el agua subterránea se ubica en concentraciones superiores a la norma nacional y a las guías internacionales para agua potable, esto ha sido reportado en varios estados del país como Tlaxcala.
Así lo advierte el estudio “Arsénico y fluoruro en agua: riesgos y perspectivas desde la sociedad civil y la academia en México”, publicado en 2021 por el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El documento, que presenta un resumen de publicaciones en las cuales se reporta la presencia de uno o ambos elementos y sus posibles orígenes en el agua subterránea, indica que, en Tlaxcala, se determinaron las concentraciones de arsénico en el sistema hidrológico Zahuapan Atoyac, formado por el río Zahuapan en su totalidad y el trayecto del río Atoyac que se interna en el territorio estatal.
En este caso, las concentraciones en el agua oscilaron entre 0.06 y 0.87 mg/L y de 1.3 a 127 mg/Kg en sedimento, niveles que superan las normas nacionales e internacionales establecidas para agua de consumo humano y protección de la vida acuática.
“De hecho, el agua de este sistema hidrológico es utilizada como fuente de abastecimiento de agua potable además de que es utilizada en la zona sur del estado para el riego de hortalizas”, se señala en el capítulo “Situación de la presencia de arsénico y fluoruro en aguas subterráneas en México”.
Asimismo, con base en el estudio “Plomo y Arsénico en la Subcuenca del Alto Atoyac en Tlaxcala, México”, publicado en Revista Chapingo, se establece que “la presencia del arsénico es asociada a un posible aporte natural no especificado y a un aporte antropogénico constituido por la descarga de aguas residuales de origen urbano y agroquímicos que se mezcla con el agua de los manantiales”.
Cabe mencionar que este último estudio, que evaluó indicadores ambientales en el sistema hidrológico Zahuapan-Atoyac, identificó el impacto por descargas de aguas residuales de origen urbano, agrícola e industrial en la región por la que atraviesa el río.