Cuadrilátero del Bienestar
En el golpeteo morenista que ahora tomo por ring la Delegación de Bienestar, las figuras usadas son los servidores de la nación -SN-, pero estos tienen pretensos managers: los subdelegados.
Ya clara la importancia política de los SN, los primeros que buscaron desde que asumieron y actualmente aún buscan alinear, influir, incidir, confundir, manipular, azuzar y controlar a aquellos, han sido los tres subdelegados; todos provenientes del partido y excepto uno, excoordinadores de distritos federales en la campaña del Andrés Manuel Lopez Obrador.
El actuar de los tres tiene motivaciones y fines en común, así como particulares. El común: nunca han querido a Lorena Cuellar Cisneros de jefa y tampoco la quieren de candidata a la gubernatura por morena y su coalición.
Los propósitos particulares rondan entre aspirar a: una diputación federal, la sucesión de la delegación o la dirigencia del partido. En el caso de la primera aspiración, es la que menos viable asumen, pues aunque saben que morena traerá aun una relevante preferencia en el 2021, saben sus limitaciones económicas, de estructura electoral y posicionamiento.
Tienen algo más en común: en mayor o menor medida presumen tener cercanía y comunicación constante con Gonzalo Lopez Beltran, hijo del presidente. Carta de presentación supuesta que no sólo ellos han choteado.
Toda la lista de actos que dirigen hacia los SN, también tienen el común de hacerlo veladamente: frente a la Delegada de Bienestar de alguna u otra forma siempre han sonreído, algunas veces hasta se congratulan en alabanzas.
Los mayores episodios ríspidos entre la Delegada y los subdelegados han sido precisamente por dos razones: cuando los subdelegados han querido defender injustificadamente faltas de los sn de sus respectivas regiones, pero se trata de sus consentidos ó cuando han querido reivindicar su acomplejado e inseguro orgullo, inflamado por tener una posición jerárquica que les es nueva y desbordante.
Lo último se traduce incluso en promover la desobediencia, pues frente a los SN se asumen únicos jefes y nada pueden hacer estos sin que los subdelegados primero lo autoricen, incluso así sean contraindicaciones a las dadas por la Delegada.
Repiten a los SN, a su vez, que Lorena Cuellar no es la “buena” y que por tanto, esta bien desestimarla y desacatar sus indicaciones. Esto no ha más que generado confusiones y divisiones entre los mismos SN, llamando la atención que algunas veces se trata de quienes incluso fueron propuestos para el cargo por la misma Delegada.
Hay que estar atentos a los subdelegados: las filtraciones mediáticas han venido de ahí y así seguirá siendo; claro la información que proporcionan es manipulada y ademas después pasa el tamiz de los periodistas encomendados.
Todo, si se aprecia, necesariamente enrarece el ambiente en la Delegación de Bienestar y, por tanto, compromete el desempeño de la 4t en Tlaxcala.
Ante la parálisis que ha dejado la pandemia y la consecuente imposibilidad de crecer en las encuestas, así como tiempos cada vez más estrechos, no queda mas que continuar ataques y buscar desgastar; más en donde sí siguen activos por razones propias de mantener activa la economía del país a través de los apoyos federales.