Espera Albergue Sagrada Familia se triplique paso de mujeres migrantes
- Señaló que en 2020 pasaron 171 y en dos meses de este 2021 han transitado ya 140 féminas a quienes reconoció por su lucha incansable
El encargado del albergue La Sagrada Familia, Elías Dávila Espinoza, informó que el año pasado este inmueble atendió a 171 mujeres y este año se prevé se triplique el número de paso por este lugar, y es que sólo en dos meses han transitado ya 140 féminas que al igual que los hombres buscan mejorar su situación económica.
En este sentido, Dávila Espinoza sostuvo que al ser hoy el día internacional de la mujer, se les debe reconocer la lucha incasable por romper estigmas y por atreverse a correr riesgos con el objetivo de apoyar a sus seres queridos, “pensemos en las personas más vulnerables, que son las mujeres, no solo por el hecho de ser mujeres, sino también por ser migrantes”, acotó.
Subrayó que la violencia hacia este sector es horrible, pues viven con miedo, y es que a pesar de que se han aprobado leyes a su favor, estas son letra muerta que ni se respetan ni se hacen valer en México.
Destacó que desde la trinchera que se ubiquen como hombres, en conjunto con organizaciones luchan día a día porque sus derechos sean respetados, pero lamenta que la violencia se ha buscado erradicar con más violencia.
Expresó que a las mujeres migrantes se les debe garantizar un trato igualitario, pero sobre todo el acceso a la justicia, ya que son ellas las que sufren de maltratos, violaciones, agresiones en su trayecto por el país por parte de autoridades o corporaciones policiacas, “y estos delitos se quedan impunes y las mujeres centroamericanas se deben quedar calladas, sin justicia y sin que nadie castigue a los responsables, sólo porque para algunos ellas son objetos que no valen nada, “a pesar de que los tiempos han cambiado, el machismo no se ha logrado erradicar”, dijo.
En testimonio, una mujer migrante hondureña pide a las autoridades que se respeten los derechos de quienes sólo van de paso, “pues el hecho de que andemos en este país no significa que no tengamos derechos, sólo pedimos nos dejen seguir adelante”.
Esta joven, de quien se guarda la gracia del anonimato, sostuvo que ella ha sido secuestrada dos veces, “gracias a Dios no ha pasado nada, no han abusado de mi persona, pero sí es complicado enfrentarse a situaciones así”.
Dijo que como mujeres sufren de hambre, frio desvelos, pero sobre todo viven en incertidumbre, ya que en el trayecto desconocen que riesgos puedan enfrentar, “ya que tras cruzar la frontera una mujer puede vivir de todo y nadie hace nada por nosotras”.
Como migrante, dijo, que ella exige derecho a la salud, a la libertad, a la libre expresión y al libre tránsito, “pues mi único sueño es ayudar a mi familia, sólo quiero llegar a Estados Unidos”.
A los hombres pidió que respeten a las féminas, pero sobre todo apoyen cada decisión que tomen, “porque si yo busqué salir de mi país, es para que mis hijos tengan la vida que yo no pude tener y por eso me arriesgo”.
A mi país no hay mucho que pedir, porque hacen muy poco por los que viven allá, “los problemas que ha vivido Honduras, hasta hoy, nadie los ha podido solucionar y por ello mucha gente migra por la necesidad”, concluyó.