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Irresponsabilidad ante Covid-19 afecta a usuarios de IMSS en la capital

  • Tanto derechohabientes como guardias de seguridad son omisos en las medidas sanitarias, eso provocó que una persona infectada llegara hasta el interior poniendo en riesgo a todos

La irresponsabilidad e incredulidad de las personas ante la presencia del SarsCov-2 en Tlaxcala, afecta a los usuarios y pone en riesgo al personal médico, asistentes y enfermeros del Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) número ocho de la capital.

Y es que tanto derechohabientes como guardias de seguridad son omisos en las medidas sanitarias que se deben acatar para ingresar al nosocomio, lo que ha provocado que quienes asisten a ese lugar para trabajar o para recibir servicios de salud queden expuestos de manera casi directa.

El viernes pasado, y por no aplicar adecuadamente los protocolos sanitarios, hasta el área de consultorios y entrega de resultados de laboratorio llegó una persona que, en ese momento, supo que había dado positivo a coronavirus, lo que causó incertidumbre entre quienes estaban ahí.

De inmediato los trabajadores de la salud comenzaron a desinfectar el área alrededor de donde se encontraba esta persona, sin embargo, sólo le pidieron que se retirara y se aislara en su domicilio, más no aplicaron ningún otro mecanismo para proteger la salud de los demás.

La mañana de aquel día, una mujer llegó a la entrada de la clínica con la intención de ingresar por los resultados de sus exámenes médicos, ahí el guardia de seguridad le preguntó a donde se dirigía y le solicitó se lavara las manos para poder entrar.

El vigilante, pese a contar con un termómetro digital y gel antibacterial, no aplicó el procedimiento y dejó entrar a la derechohabiente sin problema, es decir, no le tomó la temperatura y tampoco le suministró gel antibacterial.

La mujer recorrió los pasillos frente a los consultorios, luego se dirigió al cubículo donde le entregarían sus resultados y se anunció; ahí le pidieron que esperara unos minutos para ser atendida.

De pronto, un hombre salió y le dio unos documentos, inmediatamente le preguntó si eran de ella, a lo que la mujer contestó que sí, que ella era quien había solicitado los estudios.

Aunque con voz un tanto baja, se logró escuchar que había dado positivo a coronavirus y que no debía estar ahí, que por personas como ella es que los contagios seguían en la entidad y las cifras no han podido bajar en nueve meses.

La mujer dijo que no tenía a nadie para que fuera por sus resultados y que, además, sólo había pedido permiso en su trabajo, pues no se sentía mal, solo molestias leves y un poco de fiebre.

El personal del IMSS la entrevistó y ahí la paciente dijo que unos días antes su esposo se había sentido mal, y ahora ella, pero sus molestias eran leves, luego de hablar unos minutos se retiró de la misma manera en que llegó.

Quienes escucharon la conversación desde las butacas de espera se desconcertaron, y más cuando vieron que los trabajadores del área comenzaron a desinfectar la puerta, a desinfectarse entre ellos y rociaron alcohol en aerosol en el aire.

Pese a aquella situación, los vigilantes continuaron su rutina de manera normal.