Desenfocados, sordos e inmediatistas
De Viva Voz
Víctor García Lozano
La seguridad pública en el estado sigue adoleciendo de dialogo entre la opinión publicada y el Gobierno del Estado. Ningún avance se quiere reconocer, ni esfuerzo o trabajo coordinado y solo se limitan las consignas periodísticas a magnificar delitos particulares, así sean menores como el robo de algún vehículo en algún centro urbano relevante del estado.
Pareciera que, a base de repetir y magnificar los delitos, sean de impacto o no, se piensa que se altera la percepción ciudadana y se es termómetro de la misma. En una anterior entrega de este espacio, se mostró mediante herramientas con base metodológica, como lo son encuestas, específicamente las que hace un ente autónomo técnicamente como el INEGI (Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública), que en Tlaxcala la percepción ha estado estable los últimos tres años, e incluso tiende a disminuir levemente.
Valdría la pena preguntarse y preguntar a los que opinan, sobre que esperan en cuanto a esta materia. Pensar idílicamente que no pase ningún tipo delito, de la naturaleza que sea, es imposible. No existe recurso financiero, humano, técnico, ni estrategia en ningún país por avanzado que sea, que pueda prevenir cualquier tipo de delito al 100%.
Los delitos son inevitables. Y se pierde de vista el contexto geográfico que rodea a la entidad. Tenemos frontera importante con uno de los estados pioneros del Huachicol, específicamente con su epicentro en nuestros limites en el sur-poniente, como es San Martin, Puebla. Y en general la delincuencia organizada en Puebla esta desbordada; entidad que rodea buena parte de nuestras fronteras.
Tenemos paso al centro del país, a través de Calpulalpan hacia Texcoco, ciudad con alta incidencia delictiva. Y en esa misma zona, somos paso de una vía de conexión importantísima para el transporte comercial entre el centro y Golfo del país, con el norte: Arco Norte. Lugar apetecible para delincuentes para el robo de mercancías. Lo mismo que pasa en nuestro paso hacia el Golfo del país procedente del centro, del lado oriente del estado y las importantes vías que cruzan por ahí.
El contexto nacional en sí mismo no es deseable en materia de seguridad pública; la ubicación estratégica y las redes carreteras de la entidad, hacen vulnerable a Tlaxcala. Si es demandable que, sin embargo, el delito se pueda prevenir en una medida posible; que los cometidos, se esclarezcan y se imparta justicia respecto a estos.
Pero no deja de llamar la atención, sin embargo, que muy a pesar de nuestras condiciones geográficas tan vulnerables al crimen, Tlaxcala sea reconocida por la Presidenta de la República en su mañanera, como un estado de paz, basándose en los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP): Tlaxcala está dentro de las 7 entidades con menor incidencia de homicidios dolosos al cierre de 2024.
Como también fue reconocido recientemente el Gobierno del Estado actual. De acuerdo al Panorama Estratégico de la Seguridad en México, a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Tlaxcala es el estado que más ha incrementado su presupuesto en materia de seguridad.
Tlaxcala encabeza la lista de cuatro entidades federativas que tuvo un aumento de más del 100 por ciento en el gasto en esta materia en el periodo de 2019 de 2024. Se identificó que la entidad gobernada por la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros elevó su presupuesto en seguridad en 440.2 %. Finalmente, y por otra parte, ya es una realidad el aumento de salarios a policías estatales, para reforzar su compromiso y profesionalización.
Además de sordera, hay inmediatez, todo esfuerzo institucional se quiere suponer que implicará desaparecer por decreto la delincuencia en la entidad: evaluar de inmediato. Para rematar a nuestro diálogo inexistente sobre la construcción que debe ser el trabajo social en cuanto a la seguridad pública, nunca se enfoca a la responsabilidad municipal.
