OpiniónPORTADA

Obras y de sobra

DE VIVA VOZ…

Víctor García Lozano

Mucho se ha criticado al gobierno de Lorena Cuéllar a la mitad de su periodo, por supuestamente

no haber obras de impacto. De las 5 mil obras que lleva, cantidad que no es menor, se cuestiona

que no son muy visibles.

Las obras de impacto, sin embargo, llevan tiempo en cualquier administración y ya hay varias en

desarrollo en la actualidad. Por ejemplo, desde hace más de un año comenzó la construcción de la

Ciudad Administrativa. Obra que además que va eficientar recursos por ahorros de rentas,

simplificaría tiempos y recorridos a cualquier ciudadano que acudiera por tramites o atención.

Generará además desarrollo en el poniente del estado y desconcentración de la capital. Son pocos

estados que han tenido esta visión de conjunción, modernización y ordenamiento de sus espacios

físicos (Campeche, Michoacán, Zacatecas y Oaxaca).

Sin embargo, hay urgencia y ansiedad en la crítica, mucha inmediatez, como si los resultados

contundentes y de largo plazo se construyeran con varita mágica.

Otro ejemplo ya en ejecución hace meses: La Ciudad de la Seguridad, la construcción de la escuela

de policía y en la edificación de las nuevas cinco fiscalías, sin dejar de mencionar que ya van 34 C2

de los 60 que se planteó el poder ejecutivo al final del sexenio y, además, el C5. No obstante, no

cuenta para algunos.

Salud: ya en construcción el Centro de Rehabilitación, Inclusión y Autismo Tlaxcala Teletón, que

beneficiará a miles de personas con alguna discapacidad. En esta materia vale la pena detenerse,

pues ya hay espacios de vanguardia nacional o internacional funcionando, como el centro de

Hemodinamia, o el Centro de Unidades de Especialidades Médicas de Cirugía Ambulatoria y de

Hemodiálisis. O que se cuenta, con el más avanzado equipo de radiología de Latinoamérica.

Es decir, muchos servicios de especialidad ya son gratuitos en el estado, sin que las familias tengan

que ir a puebla o CDMX a instancias privadas. La salud es una materia que, sin miedo a perder la

objetividad, resulta sobresaliente en esta administración, por los montos invertidos, por los

impactos sociales; por la visión de resultados duraderos que estos proyectos dejarán.

Y para dejar zanjada la crítica en cuanto a obras de impacto, Lorena Cuéllar cerró su tercer informe

de gobierno, con anuncios de más obras. Siguiendo en Salud, anunció la edificación del acelerador

lineal que permitirá atender a pacientes con cáncer.

Otras más: la Ciudad de la Cultura y Entretenimiento, proyecto que suena vanguardista y que no

tiene referentes en el país; la Central de Abastos; la ampliación de la Casa Hogar del SEDIF; la

creación del Banco de Alimentos; un nuevo plantel del Instituto Politécnico Nacional y la

edificación del inmueble de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del

Estado de Tlaxcala.

En desarrollo de Infraestructura no parecen quedar pendientes considerables; los proyectos son

bastos y notables -y por materia-, sean los anunciados o los que están ya en ejecución. Tendrán

que ser arduos los trabajos que se vienen. El reto constará en que alcancen los menos de tres

años restantes, para inaugurarlos.

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