OpiniónPORTADA

Más parejos…

Tlaxcala avanza hacia la paridad en los puestos de elección popular, luego de la elección del 2 de junio la entidad ocupa el lugar 18 a nivel nacional y por primera vez en 14 municipios gobierna una mujer y no, no ha sido gracias a dañar monumentos

En Tlaxcala ya somos más parejos, al menos en lo que se refiere a los puestos públicos, que antes eran ocupados solo por hombres y que ahora ya han conseguido las mujeres, en algunos casos en lugares donde por la propia cultura era mal visto que las féminas pudieran acceder.

Tal es el caso de las presidencias municipales, pues existían comunidades donde solo los hombres podían ejercer el poder, en otros casos donde los maridos, padres y hasta hermanos ejercían violencia psicológica para hacer que las mujeres no quisieran participar en la vida pública.

Desde el proceso electoral pasado se vio un cambio drástico, por ejemplo, Tenancingo que, siendo un territorio estigmatizado erróneamente y donde se creía que dominaban los hombres, ahora muchas mujeres están sobresaliendo e inculcan a sus hijos y nietos una forma de pensar diferente. Micaela Guzmán fue la primera presidenta municipal.

Así hay otros lugares, tantos que actualmente de los 60 municipios que tiene Tlaxcala 16 son gobernados por una mujer y de esos 16, 14 son gobernados por primera vez por una mujer.

Además, valga la redundancia, dos de los tres poderes del gobierno estatal son dirigidos por mujeres (eran tres, por cierto).

Siento decepcionar a quienes cada año ensucian los portales, las escalinatas y el parque, queman cosas frente al palacio de gobierno y golpean a reporteros que las ven feo, según ellas, pero no, este avance no fue gracias a sus manifestaciones ni marchas.

Para empezar, el cambio ha sido posible gracias a que la sociedad es diferente, la manera de pensar de jóvenes y adultos jóvenes ha permitido a las mujeres tener más accesibilidad a cargos populares, es decir, no es como lo pintan las del pañuelo morado.

El machismo es cada vez menos, y aunque tengo que aceptar que sigue habiendo actitudes opuestas y resistencia a los cambios, es un proceso que a pasos grandes va evolucionando, las viejas generaciones van en decadencia y se da paso a una etapa donde los heterosexuales, hombres y mujeres pueden convivir sin problema con quienes no se identifican con ningún género, e incluso son libres de crear el suyo si así lo quieren. El respeto mutuo está cerrando la brecha de desigualdad y todo se está acomodando sin forzarlo.

Hoy día Tlaxcala ocupa el lugar 18 en paridad de género en las alcaldías, y eso habla de que esas nuevas generaciones se están imponiendo, ahora solo falta la otra parte: que las mujeres acepten que los hombres pueden no pensar igual que ellas, pero que al final son parte de la diversidad y que la igualdad se logra entre dos, porque si no fuera así, no existiría el equilibrio.