En Tetlanohcan continúan los despidos injustificados y sin liquidación
- Trabajadores de esta comuna denunciaron que el alcalde Francisco Mendieta no le importa si demandan al ayuntamiento, porque dice que los laudos los heredará a la siguiente administración
Valentin León Cuamatzi
Trabajadores del ayuntamiento de San Francisco Tetlanohcan, denunciaron otra anomalía más de su presidente municipal, Francisco Rodríguez Mendieta, quien está despidiendo al personal de manera injustificada y sin pagarle si respectiva liquidación que por ley le corresponde.
A decir de los empleados quienes recientemente los han despedido es que el alcalde Francisco Mendieta no le importa si demandan al ayuntamiento, porque dice que los laudos los heredará a la siguiente administración.
Comentaron que han tratado de hablar con el alcalde para llegar a un acuerdo y les pague su liquidación para que no demanden al ayuntamiento, pero Francisco Mendieta se cierra al dialogo y no los recibe y las manda a decir que si quieren demandar al ayuntamiento están en su derecho, pero él no pagara liquidaciones porque carece de recursos por ser fin de la administración.
Al parecer el alcalde de Tetlanohcan no le importa heredar varias demandas laborales a la siguiente administración, pese a que los laudos son una carga excesiva para las administraciones municipales.
Cabe señalar que Francisco Rodríguez Mendieta poco le interesa su reputación, pues ya es muy conocido como el alcalde golpeador, porque en los primeros meses de su administración golpeo salvajemente a su mujer y recientemente dio violencia laboral y política a su secretaria del ayuntamiento Nidia Brisa Arroyo quien en diciembre del año pasado la despidió injustificadamente sin pagarle su finiquito, ni sus prestaciones de ley que le correspondían.
Lo cierto es con este tipo de actitudes Francisco Rodríguez Mendieta está dejando mal parado al partido político por el que llegó el Partido Nueva Alianza Tlaxcala, ya que en el presente proceso electoral los ciudadanos de este municipio le cobraran caro sus malas acciones hacia sus gobernados y de su carrera política quedará totalmente enterrada, por mal funcionario público, pero al perecer a él no le importa.