Manos artesanales transforman la madera en Máscaras de Huehue
- Con herencia de sus abuelos don Tomás Reyes artesano de Tlatempan elabora las tradicionales máscaras de huehue para los danzantes de Carnaval, lo visitan de todo el estado, hace máscaras para charros, catrines, barbados de Yauhquemehcan, oficio que se hereda de generación en generación
Valentín León Cuamatzi
El Carnaval es una de las festividades con más arraigo en todo el Estado de Tlaxcala, trajes diversos que utilizan los danzantes de Carnaval, pero un accesorio muy importante en la vestimenta de los danzantes es la máscara que utilizan para bailar y transformarse en personajes para dar vida a esta importante festividad.
ABC Noticias de Tlaxcala, entrevistó al artesano Tomás Reyes Vázquez de la comunidad de Tlatempan, Apetatitlán, quien comentó que “este oficio viene por tradición familiar por parte del señor Carlos Reyes Acoltzi, que es mi abuelito quien es el que inicia y este oficio les enseñó a sus hijos y de sus hijos nos enseñaron a nosotros los nietos, es un oficio que se hereda de generación en generación”.
Refirió que “actualmente pasamos a la tercera y cuarta generación porque nuestros hijos también ya aprendieron este bonito oficio, su servidor inicia desde que tenía seis o siete años, estamos hablando por el año de 1970, en esa época como infantes íbamos a trabajar con el abuelito y con los papás, ese fue el inicio de aprender este bonito oficio”.
Indicó que “estos trabajos lo realizamos todo el año y pese a que no todo el año vendemos las máscaras, sí nos preparamos para lo que se pueda vender en la temporada de Carnaval que es cuando los danzantes nos visitan para comprar sus máscaras, comúnmente empezamos a terminar los trabajos un mes antes para no quedarles mal a los clientes, porque si al cliente se les dice te vamos a entregar ocho días antes, esa fecha es la que se entrega”.
Comentó que “las más caras son personalizadas, el cliente viene y trae una foto o ve los modelos que tenemos y sobre eso se le comienza a realizar su máscara y no nos aventuramos a hacer lo que no podemos, al cliente se le habla con la verdad, y este año no tenemos muchos pedidos de máscaras, por la misma situación que está difícil, pero lo que se hace es que viene el cliente lo aparta y va viendo su trabajo para quede satisfecho con su máscara”.
Dijo que “anteriormente cuando trabajábamos con mi papá teníamos más pedidos y era un taller familiar porque era el papá, la esposa haciendo pestañas, las hijas pintando por dentro, nosotros terminando y tallando las máscaras, pero actualmente hay mucha competencia porque nos pega más la fibra, a veces el cliente lo compra porque es barato, pero a los dos o tres años ya se echaron a perder, lo que no pasa con nuestros productos porque todo es madera tallada que duran muchos años, el costo de una máscara es de cinco a ocho mil pesos dependiendo el detalle que lleve la máscara”.
Finalmente, señaló que lo visitan de todo el estado, hace máscaras para charros de Zacatelco, catrines, de Contla, Totolac, Chiautempan, Amaxac, Santa Cruz, los barbados de Yauhquemehcan, la elaboración de una máscara se termina en 15 o 20 días y son máscaras personalizadas a la medida y el gusto de los clientes.