OpiniónPORTADA

Lo que callaron las normalistas…

¿Qué tanto saben las normalistas acerca de lo que le sucedió a su compañera el jueves que prefirieron cambiar su versión y guardar silencio? ¿Cuánto les afecta la verdad que en sus consignas ya no estuvo la petición de justicia ni la de aclarar la investigación?, luego de haber señalado a los policías estatales como responsables.

¿Será que una parte de la culpa y de responsabilidad recae en ellas y lo saben?… Seguramente estas son algunas de las preguntas que muchas de las personas que se mantienen al tanto de las noticias sobre el actuar de las estudiantes de la Normal Rural de Panotla se hacen ahora, pero que nadie ha podido responder.

Y es que cualquiera que haya sido la causa de la lesión que sufrió la estudiante la tarde del jueves, al final y luego de darle vueltas al tema solo se puede decir que la tuvieron herida en un autobús, en la escuela, y tal vez actuaron demasiado tarde.

Se dijo que la estudiante ingresó al hospital por la noche, acompañada por una de sus compañeras, y en efecto, así fue, porque una de las alumnas se sinceró y dijo lo que, desde su percepción, ocurrió aquel día.

Beatriz llegó al autobús herida, iba sangrando, la ayudaron a subir al último autobús que salió del trébol hacia la Normal, este se llenó hasta el tope, pero todos tenían que regresar.

Adentro la estudiante recibió ayuda, pero en la gasolinería de Zaragoza, en Totolac, ya había un retén de la policía estatal donde las detuvieron y luego las dejaron seguir su camino. Nadie comentó que su compañera iba lastimada, no dijeron nada y siguieron hasta la escuela.

Se convulsionó, había espuma en su boca y no hicieron nada porque las lideresas no quisieron llamar a la ambulancia. Ayer luego de la protesta ellas dijeron que sí lo hicieron pero que no llegó nadie a apoyarlas.

De todos modos, se esperaron hasta después de las 9 de la noche para que una compañera decidiera llevársela al hospital, porque sí estaba muy mal. Lo demás ya lo sabemos.

Ni siquiera ellas saben lo que le pasó realmente, no tienen claro si se cayó, si le golpeó algo, o si fue algo peor; lo que saben es que la ayudaron a subir al transporte porque ya iba lastimada.

En el autobús tampoco se veía bien, le había entrado gas y estaba nublado, además por el exceso de cupo no era claro lo que sucedía, pero alguien tuvo que haber visto a la jovencita.

No estoy diciendo que ellas tendrían que ser las responsables, tampoco pensaremos en lo que pudo ser y no fue; simplemente diré que quizás algo falló, tal vez la comunicación, tal vez no pudieron tomar la decisión correcta, tal vez de verdad llamaron y nadie llegó… tal vez lo callaron, pero solo tal vez.