Restaurantes pierden calidad, por alza a licencias
- El ayuntamiento de Tlaxcala los obligó a decidir entre subir sus precios o reducir costos de producción, incluyendo la calidad del servicio; optaron por lo segundo
Restaurantes de la capital tlaxcalteca perdieron calidad en sus productos y en el servicio al cliente, esto debido al incremento de los costos de las licencias de funcionamiento a partir de este año.
El ayuntamiento que encabeza el alcalde, Jorge Corichi, obligó a los empresarios a poner el tema sobre la mesa y decidir entre subir hasta casi un 50 por ciento (%) más los precios de sus productos o disminuir los costos de producción, entre estos la calidad de los materiales e insumos y la calidad del servicio a los clientes.
Es obvio que para mantener buenos precios y además competitivos, fue necesario abaratar lo segundo, es decir, tuvieron que apretarse el cinturón y optar por comprar materias primas más baratas, además de reajustar el número de empleados que tenía cada negocio.
Abel Cortés Altamirano, presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Tlaxcala, confirmó que a partir de este año el ayuntamiento capitalino les cobró las licencias de funcionamiento con un costo de hasta el triple del valor que tenían el año pasado, lo que junto con la recesión que se venía arrastrando luego de la pandemia, terminó por mermar su economía.
“Si una licencia de funcionamiento nos costaba 8 mil pesos, ahora con este nuevo gobierno nos costó 24 mil, y no podemos cerrar los negocios solo por eso, entonces tuvimos que pagarlas, pero también buscar alternativas para no perder más”, expuso.
Entonces, una de las medidas inmediatas que tomaron fue ahorrar tanto en los productos que utilizan para la elaboración de alimentos como en los gastos generales, es decir, compraron más barato, pero también tuvieron que despedir a algunos empleados.
El disminuir el número de empleados también trajo consigo consecuencias en la calidad de atención, entre menos trabajadores haya para atender, peor va a ser el servicio hacia el cliente, dijo, pero aún así tuvieron que tomar esta decisión, que también se suma al bajo salario de sus empleados.
De este modo, el ayuntamiento de Jorge Corichi ha contribuido a que los bares y restaurantes de la capital vayan en decadencia, entre otros el peor problema que enfrentan es el alto costo de las licencias de funcionamiento y ahora las decisiones del presidente, como cerrar las calles impidiendo que los verdaderos consumidores tengan acceso a la zona comercial.