En dos décadas, Tlaxcala sufrió los embates de más de 580 fenómenos naturales

• De 2020 a 2021, se realizaron 47 declaratorias de desastre natural; 44% de los fenómenos atendidos fueron nevadas, heladas y granizadas.

• Los municipios más afectados por contingencias, desastres y emergencias fueron Atltzayanca, Tlaxco, Apizaco y Calpulalpan.

• Según la cobertura de los Atlas de Riesgo Municipales del portal de monitoreo del Cenapred, sólo 10 municipios cuentan con este instrumento; con ello se cubre únicamente al 17% de la población.

Por José Luis Ramírez Romero

En el Estado de Tlaxcala se han decretado, en las últimas dos décadas, 47 declaratorias de desastre natural, de acuerdo con la base de datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Tales declaratorias involucran 589 eventos en diferentes municipios del estado, de los cuales 180 corresponden a contingencias, 113 a desastres y 296 a emergencias. Y del total, 100 resultaron de origen geológico, y 489 hidrometeorológico.

Con cifras acumuladas de enero del 2000 a noviembre del 2021, el Sistema de Consulta de Declaratorias indica que, a nivel nacional, la cifra asciende a 2 mil 401 declaratorias para la atención de contingencias y mitigación de riesgos.

Según el Resumen Ejecutivo del Impacto Socioeconómico de los principales desastres, durante el periodo de 2018 a 2020, Tlaxcala no fue impactado por fenómenos perturbadores que rebasaran la capacidad de respuesta de la autoridad, por lo cual no se emitió ninguna declaratoria.

Datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), consignados en el Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2021, advierten que, durante 2020 se presentaron 305 eventos derivados de algún fenómeno perturbador en el estado, de los cuales sobresalen los incendios de todo tipo como los más frecuentes.

La administración que encabeza la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros reconoce que “la presencia de peligros derivados de la acción de la naturaleza en el territorio estatal, junto con las condiciones de exposición y vulnerabilidad generadas por la actividad humana, han incrementado el riesgo al que se encuentra expuesta la población del estado, lo que puede comprometer el desarrollo de la entidad”.

En este contexto, se identifica que los fenómenos que más afectaron al estado en el lapso referido fueron nevadas, heladas y granizadas, con 44%; seguidos de las lluvias, con 20%; sequía, 15%; actividad volcánica, con 10%; sismos, 7%; bajas temperaturas, 3%; y los efectos de ciclón tropical, 1%.

Los municipios que resintieron en mayor medida los efectos de tales eventos fueron Atltzayanca y Tlaxco, con 20 eventos; Apizaco y Calpulalpan, con 18; Atlangatepec, Terrenate y Tetla, con 16; Cuapiaxtla, Huamantla y Nanacamilpa, con 15; Benito Juárez, El Carmen Tequexquitla y Muñoz de Domingo Arenas, con 14; y Emiliano Zapata, San Lucas Tecopilco y Tlaxcala, con 13.

El gobierno estatal estima también que “la escasa planeación para articular programas de desarrollo urbano y de ordenamiento territorial favorece el incremento de vulnerabilidades, lo cual limita la operación de la política pública de protección civil”.

Al respecto, la Ley General de Protección Civil, en su artículo 86, refiere que el Atlas Nacional de Riesgos, así como los Atlas Estatales y Municipales, deberán establecer los diferentes niveles de peligro y riesgo para todos los fenómenos que influyan en las distintas zonas.

Sin embargo, acorde a la cobertura de los Atlas de Riesgo Municipales del portal de monitoreo del Cenapred, solo 10 municipios del estado cuentan con este instrumento: Apizaco (2011), Atlangatepec (2016), Huamantla (2016), Natívitas (2015), Papalotla de Xicohténcatl (2015), San Pablo del Monte (2015), Sanctórum de Lázaro Cárdenas (2011), Tlaxcala (2018), Xicohtzinco (2014) y Zacatelco (2018), con lo cual se alcanza una cobertura del 17% de la población, mientras que el Atlas de Riesgos Estatal se encuentra en proceso de integración.

Por ello, el reto de la actual administración estatal es reforzar las capacidades institucionales, el involucramiento de la población en la detección y prevención de riesgos, instrumentar las herramientas que coadyuven a disminuir los riesgos, y el establecimiento de protocolos efectivos de coordinación, para salvaguardar la vida y el patrimonio de los tlaxcaltecas.