OpiniónPORTADA

¿Por qué AMLO decide adelantar la carrera para sucederlo en Palacio Nacional?

  • Existen escenarios políticos en el país que son factor para que López Obrador se haya apresurado a tomar tal decisión
OPINIÓN: PERSPECTIVA 

Lo que en toda la historia de los presidentes de México no sucedió, Andrés Manuel López Obrador lo realizó.

A la mitad de su mandato, dio luz verde para que inicien a moverse los aspirantes a sucederlo en el cargo rumbo a las votaciones de 2024.

Es decir, tres años antes de que acabe su mandato Constitucional ha soltado a seis morenistas que, según el Presidente de México, tienen las tablas políticas y administrativas para que sean considerados como aspirantes para que sigan consolidando el proyecto de la Cuarta Transformación de México, que en 2018 inició AMLO.

El recelo político y mediático de los ex presidentes de la República Mexicana tanto del PRI y PAN que han pasado por Palacio Nacional, para que no se les restara poder político, respeto internacional y presencia pública entre la población, mantenían acotadas todas las aspiraciones presidenciales del resto de políticos que pretendían sucederlos.

Justo en el sexto y último año de gobierno presidencial, incluso meses antes de las votaciones para renovar la Presidencia de México, los titulares del Ejecutivo federal en turno esperaban hasta el último para dar luz verde a sus consentidos políticos para que operarán política y mediáticamente la postulación a la silla presidencial.

Esperaban hasta el último año de su mandato para que iniciara el proceso de sucesión política en el país, quienes no respetaban esta primicia de las altas esferas de la politiquería, simplemente recibían el castigo del veto y exterminio de su participación político-electoral del país.

Con este antecedente, resultó extraño y hasta sorpresivo para los propios morenistas de México, que haya sido el propio AMLO quien, el 5 de julio pasado, abriera la competencia para su relevo en el Ejecutivo federal, al poner sobre la mesa a seis postulantes de MORENA.

Y más aún extraño, que hiciera este anuncio a la mitad de su mandato Constitucional, es decir tres años antes de culminar su periodo como Presidente de México. 

Cinco días después de que conmemoró su triunfo presidencial y emitió su mensaje con motivo del «Triunfo Histórico Democrático del Pueblo de México».

Y un mes después de que su partido, MORENA, se alzara con la victoria en la mayoría de las 15 Gubernaturas del país, incluida la de Tlaxcala, que fueron renovadas en las votaciones del pasado 6 de junio.

Las razones más claras las tiene el propio AMLO para tomar tal decisión de dar el banderazo dentro de MORENA, principalmente, para iniciar  la carrera de sucederlo en Palacio Nacional al considerar a Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la CDMX; Marcelo Ebrad, secretario de Relaciones Exteriores; Juan Ramón de la Fuente, embajador de México en la ONU; Tatiana Clouthier, secretaria de Economía; Esteban Moctezuma, embajador de México en EU, y Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, como los perfiles de posibles presidenciales rumbo a las votaciones de 2024.

Sin embargo, existen escenarios políticos en el país que son factor para que AMLO se haya apresurado a tomar tal decisión.

El primero, es que el PRI, PAN y PRD están en la lona electoral, con una nula e inexistente credibilidad por parte de la ciudadanía Mexicana hacia esos tres partidos políticos, después de las elecciones del pasado 6 de junio.

La alianza «Va por México» creada por priistas, panistas y perredistas, perdió casi la totalidad de gubernaturas del país que estuvieron en disputa en las pasadas elecciones, además nuevamente perdieron la mayoría dentro del Congreso de la Unión. Están noqueados políticamente en el país.

Esperar hasta el 2023 o 2024 para que los aspirantes morenistas inicien actividades para suceder a AMLO y tomen importancia mediática y política, es simplemente dejar respirar, dejar que se recuperen, se levanten y se reorganicen a nivel nacional dentro del PRI, PAN y PRD. Lo que políticamente no le favorece a MORENA.

El escenario que vive actualmente el Presidente de México y su partido MORENA, es crecer más entre la ciudadanía y seguir apaleando a los tres partidos aliancistas para cortarles todas las esperanzas de poder competir dentro de tres años, en las votaciones presidenciales.

Como segundo factor, dentro de MORENA no existe una figura política que tenga la habilidad de emular a AMLO y que garantice el triunfo del partido Movimiento de Regeneración Nacional en los comicios presidenciales de 2024.

Por ello, la necesidad de que los seis morenistas propuestos por AMLO, tengan el tiempo necesario, tres años, para convencer, sumar la mayor cantidad de militantes, posicionarse mediaticamente y dentro de los ciudadanos, así como ganar el mayor respaldo político para llegar con fortaleza a las próximas elecciones donde se renovará la Presidencia de México.

Esperar dos años más para que en 12 o seis meses crezca y surja la nueva figura representativa de la 4T en México, sería un escenario donde el propio AMLO estaría arriesgando la continuación de su proyecto de transformación del país.

Tres años para que abiertamente uno de los seis puestos sobre la mesa de MORENA, crezca y se fortalezca políticamente y dentro de la ciudadanía del país, es un buen tiempo.

Además, con los seis nominados, se cierra la puerta en MORENA para más opciones de políticos que sueñan y aspiran a suceder a López Obrador.

Es decir, con esto se adelanta que otros suspirantes como Ricardo Monreal Ávila no son, ni serán considerados en la lista de aspirantes a ser candidatos morenistas a la Presidencia de México en 2024.

Como último factor nacional, AMLO tiene en el país alrededor del 72.4 por ciento de respaldo y apoyo de los ciudadanos mexicanos, en sus decisiones presidenciales.

En los primeros tres años de su mandato, de 2018 a 2021, ha sido muy poca la pérdida de su popularidad entre la sociedad Mexicana, eso hace que en el trienio que resta de su mandato, se prevé que el respaldo de AMLO no baje muy considerable, al menos no bajará demasiado como ha ocurrido con los últimos dos ex presidentes de México.

Con lo que podríamos adelantar y presumir que AMLO no tiene recelo hasta el momento de que otra figura política de MORENA inicie a posicionarse en el país, ya que el actual Presidente de México no aspira a una mayor popularidad ciudadana en la segunda mitad de su mandato, de ahí que ha preferido adelantar la carrera por sucederlo en el cargo para que figuras cercanas a él y que profundamente abanderan la 4T, sean quienes empiecen a tomar y aparecer cada vez más en el escenario político y mediático del país, y garantizar el crecimiento de una candidata o candidato que llegue fortalecido a los comicios presidenciales de 2024, sin dejar que crezcan y se reorganicen los partidos opositores, PRI, PAN y PRD.