OpiniónPORTADA

Después de 5 años, matrimonios del mismo sexo se imponen ante el reproche de la Iglesia

En 2015, en Tlaxcala inició una lucha por la defensa de la familia como la unión de un hombre y una mujer, encabezada por líderes de las diferentes religiones existentes en el Estado
PERSPECTIVA; OPINIÓN

Con una Iglesia, como institución, debilitada en el sentido de la defensa de lo que llama “la conformación natural de la familia”, y ya sin poder de convocatoria multitudinaria para hacer presión social. En Tlaxcala se reformó ayer el Código Civil del Estado y por fin, después de media década, diputados locales lograron legalizar en el territorio estatal los matrimonios entre personas del mismo sexo (mujer-mujer) (hombre-hombre).

En el mes de junio de 2015, los entonces Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avalaron y establecieron por primera vez, en México, la jurisprudencia legal a favor del matrimonio homosexual (persona que se inclina por su mismo sexo).

En ese mes, la Máxima Corte del país consideró inconstitucionales los Códigos Civiles de los estados que no contemplaban y reconocían de manera legal el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Desde ese año, en la entidad tlaxcalteca inició una lucha por la defensa de la familia, encabezada por líderes religiosos y miembros de las distintas organizaciones religiosas existentes en el Estado para conservar entre la sociedad la ideología del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer para procrear hijos.

Cinco años duró la presión social que las diferentes organizaciones religiosas lograron imponerse ante los innumerables intentos de los diputados de las tres legislaturas estatales recientes LXIII, LXII y LX, cuyos diputados de cada una intentó en reiteradas ocasiones adecuar las leyes de Tlaxcala para reconocer este tipo de uniones entre mujer-mujer y hombre-hombre para que se reconociera de manera legal por la Dirección del Registro Civil de Tlaxcala, pero la presión multitudinaria de las organizaciones religiosas, principalmente la Iglesia Católica, se impusieron con marchas masivas, protestas y hasta presiones sociales ante el Poder Legislativo para frenar esta regulación.

El entonces Obispo tlaxcalteca, Francisco Moreno Barrón, fue el último jerarca religioso católico que logró grandes movilizaciones de feligreses católicos de Tlaxcala para presionar a los legisladores y dar marcha a tras a las propuestas legislativas que de 2015 iniciaron a proponerse dentro del Poder Legislativo del Estado para aprobar las uniones legales entre personas del mismo sexo, después de que fueron reconocidas por la SCJN.

En ese año 2015, el titular de la Diócesis de Tlaxcala tachó públicamente de “irresponsables” a los ministros de la Máxima Corte de México que dieron su respaldo a este tipo de uniones que no son concebidas y aceptadas por las diferentes organizaciones religiosas.

Francisco Moreno Barrón no sólo movió a los sacerdotes de la Iglesia y a los tlaxcaltecas católicos para salir a las calles a protestar contra este tipo de matrimonios, también estuvo al frente de las movilizaciones sociales para evitar en Tlaxcala la despenalización del aborto y su legalización en el territorio estatal.

El Frente Nacional por la Familia realizó una movilización en todo el país para frenar la legalización de este tipo de uniones, pero a cinco años de lucha ideológica y movilizaciones masivas en las calles, en Tlaxcala sucumbieron a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Ayer, 8 de diciembre de 2020, diputados del Congreso del Estado de Tlaxcala avalaron las reformas al Código Civil que permiten en la entidad que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio de manera legal, con los efectos y beneficios que esta figura contemplan en servicios de salud, vivienda, bienes materiales y demás.

Con un tibio reclamo hacia el Poder Legislativo, un pequeño grupo de integrantes del Frente Nacional por la Familia en Tlaxcala, intentó impedir que los legisladores concretaran la legalidad de los matrimonios entre mujer-mujer y hombre-hombre.

Movilización que fue muy poca en comparación con las que iniciaron y realizaron hace cinco años. Y después de media década , los matrimonios entre personas del mismo sexo se impusieron ante el reproche de la Iglesia católica de Tlaxcala, pues en los últimos años, el actual Obispo Julio César Salcedo Aquino ha evitado adoptar una postura firme a este tema y la despenalización del aborto, dejando de usar la movilización social de la Iglesia Católica.

Fue hasta este año, que la comunidad Lesbiana, Gays,  Bisexuales y Transgénero (LGBT) encontró eco en los diputados del Congreso del Estado, encabezados por legisladores de PRD y MORENA, para lograr concretar las reformas que les permite reconocer de manera legal sus uniones y matrimonios.