Municipios

Desestabilizado, gobierno de Tlaxco

  • Los policías en paro y los trabajadores condicionados para mantener su empleo, son situaciones que imperan en la administración interina

A pocas semanas de que el ayuntamiento de Tlaxco fuera dejado en manos de la presidenta municipal interina, María Josefina Albuquerque Arrollo, la administración ya presenta una notable desestabilización y conflictos internos.

Con los elementos de la dirección de seguridad pública en paro y con la incertidumbre sobre el empleo de los trabajadores, este viernes fue claro que la nueva alcaldesa no tiene la capacidad para dialogar y mucho menos gobernar por lo que resta del periodo que concluye en agosto.

Las acciones que iniciaron con la destitución del director de seguridad y el secretario del ayuntamiento fueron una muestra clara de que Albuquerque Arrollo pretende imponer su ley, sin tomar en cuenta los derechos de los trabajadores.

La mañana del viernes, el personal del ayuntamiento llegó a su lugar de trabajo para iniciar sus labores de manera cotidiana, pero se encontró con que el portón estaba cerrado con candado y cadenas teniendo que esperar afuera hasta la llegada de la pareja conformada por la presidenta interina y el síndico municipal, quienes ingresaron en primer lugar e indicaron que sólo habrían de entrar los directores de cada área.

También pudieron ingresar algunos regidores, no así el secretario del ayuntamiento, Evodio Sampayo Lechuga, a quien le fue impedido el acceso con un desplante de parte del síndico con el argumento de que había sido ya removido de su cargo.

Ante esto, Sampayo Lechuga dejó en claro que su cargo fue aprobado en cabildo a propuesta de la presidenta municipal con licencia, Gardenia Hernández Rodríguez, desde el 1 de enero del 2017, por lo que pidió que se atienda a la legalidad, pues su remoción del cargo que hasta hoy venía desempeñando debe ser asentado en acta de cabildo, por lo que no ha podido ser destituido.

Así las cosas en el municipio de Tlaxco, donde se prevé una situación de ingobernabilidad ante las acciones arbitrarias que está orquestando el síndico, Anastasio Márquez, con el manejo de Josefina Alburquerque.