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Covid-19 quita el sueño a padres de familia en Papalotla

  • Casi 200 personas no durmieron por apartar un lugar y que sus hijos recibieran la vacuna contra el coronavirus; no quieren que se repita en los menores de edad el escenario que se vivió a inicio de la pandemia

La pandemia por el Covid-19 que está vigente desde marzo de 2020, nuevamente quitó el sueño a los pobladores de Papalotla, esta vez para asegurar la protección contra el virus de los niños de entre 5 y 11 años.

Ayer se llevó a cabo la aplicación de la primera dosis contra el SarsCov-2 para los infantes con y sin comorbilidades, por eso, alrededor de 200 personas, la mayoría padres de familia, comenzaron a reunirse desde la madrugada afuera del auditorio municipal, para ser los primeros y asegurar que sus hijos recibieran la vacuna.

Pasadas las 00:00 horas, comenzaron a llegar con cobijas y sillas, con la intención de formar una fila y resguardar su lugar para que sus hijos o familiares fueran los primeros en recibir la vacuna la mañana siguiente, para las 01:00 horas ya se contabilizaban más de 100 personas que no durmieron esperando el inicio de la jornada.

Pese a las inclemencias del tiempo y que podría incluso llover, los padres de familia prefirieron esperar durante la noche y no arriesgarse a que ya no alcanzarán una aplicación para los niños, a pesar de las recomendaciones de la Secretaría del Bienestar para evitar este tipo de acciones.

Y es que, en Papalotla, la primera etapa de la pandemia tomó desprevenidos a todos y hubo varias defunciones a causa de la enfermedad, incluso el entonces presidente municipal fue una víctima del virus.

Miembros de la dirección de seguridad pública también enfermaron y uno de los comandantes falleció; familiares y seres queridos de los que ahora se formaron también sufrieron los embates del Covid-19, por lo que su acción obedeció a que no está dispuestos a dejar a los menores sin protección y que la historia se repita.

Por la mañana y hasta el término de la vacunación la asistencia fue muy concurrida, pero al final todos los que llegaron pudieron ser inoculados, dispuestos a asistir nuevamente si son convocados para una segunda aplicación y sus refuerzos, de ser necesario.